La Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) estaba ayer colmada por miles de peticiones de asilo, las cuales deberían ser procesadas por su escasa plantilla de 60 personas y un presupuesto limitado. Solo del 2017 tiene pendientes solicitudes de casi 15 mil migrantes, cifra que hace cinco años no rebasaba las 500 Continuar leyendo