Pero claro, por mucho que te resguardes, si la tormenta es fuerte, te empapas. Y Arda Güler volvió a romper pronósticos, y records, y mandó un zurdazo lejano con ráfagas de viento nivel huracán. Ni Mamardashvili se acercó a evitarlo. Por toda la escuadra, un zapatazo que en otra época podría haber salido de pie izquierdo de Marco Asensio Continuar leyendo