Cienfuegos–Hacer y nunca rendirse parece ser el signo de Antonio Muñoz Hernández. Tal vez su inacabable energía por formar y persistir le llegó a través de esa bendición que es el vientre materno. Como pelotero y a fuerza de batazos, catapultó a Cuba en los principales certámenes de béisbol del mundo. Después, como entrenador, continúa… Continuar leyendo