«Al fútbol se juega con el cerebro» dijo una vez Johan Cruyff, el revolucionario del balompié mundial. Y si bien no le faltó razón, debió añadir que el uso de las buenas maneras comienza desde mucho antes de pisar la cancha. En nuestro lado de la geografía, nos costó entender dicho precepto durante mucho tiempo. Continuar leyendo