Aquella noche yo caminaba por La Habana Vieja en compañía de un amigo abogado estadounidense y pasamos por una cuadra donde realizaban la asamblea de nominación para la candidatura a delegada o delegado municipal del Poder Popular. El visitante me preguntó de qué iba aquella reunión del vecindario, y le comencé a explicar el sistema electoral cubano. Continuar leyendo