Más allá de lo manido de la frase, de lo gastada por el mucho uso, incluso del perdón de sus tres hijas, y del propio entrevistado, lo mejor que en la vida le ha pasado a este hombre nacido hace 72 años en Isla de Pinos, es haber sido el médico —“de cabecera, que no es lo mismo”, aclara— de la famosa Ubre Blanca, la vaca F2 cubana que sentó cátedra en el mundo a inicios de los años ochenta del pasado siglo Continuar leyendo