Lima.- Cualquier viajero descubre aquí tesoros de inigualables brillo y sabor. Los míos están bien conservados en mi alforja de recuerdos. Muchos aromas acompañan la realidad de esta urbe. De todos ellos, dueños de una específica fragancia, los que vienen de la cocina me hacen recordar la magistral sentencia del francés Jean Anthelme Brillat-Savarin, “El… Continuar leyendo