Lima.- Perú alimentó la idea del bastión, la ilusión mágica de que Cuba sería un rival al que su empuje y la grada condenarían. Craso error. El conjunto antillano se activó como un caro de combate y cañoneó el espíritu del combinado local y el alma de la tribuna. Así nuestra selección masculina de voleibol… Continuar leyendo