Hace 32 años, en la Coronela, durante los Juegos de La Habana 91, había sido la última victoria y ninguno de estos ocho nombres había nacido. Solo el timonel Juan Carlos González lo estaba, pero estaba lejos de pensar que un día le tocaría dirigir una tripulación al mismo oro. O mejor al más difícil de los oros en el remo. Continuar leyendo