Esta ciudad parece construida para quitar la respiración. Su geografía es una postal que muchos quieren llevarse, unos simplemente acariciar y otros penetrar. Cada mañana de estos 21 días al mirar hacia la cordillera de los Andes, con sus respectivos encapuchados de nieve, vivíamos la sensación de estar atrapados literalmente en un valle, a ratos helado, a ratos soleado Continuar leyendo