Tokío.— Si un jugador cubano conoce de sobra el pitcheo asiático, en especial el japonés, ese es Alfredo Despaigne, quien arriba a su tercer Clásico con 314 de average (35-11), cuatro jonrones y 10 impulsadas. Ser el capitán de la selección le ha permitido jugar un rol imprescindible en cuanto a experiencia, ejemplo y liderazgo real. Continuar leyendo