Joel García, enviado especial Río de Janeiro.- La angustia atragantada de un país por muchos años de Juegos Olímpicos terminó el 20 de agosto del 2016. Pasadas las ocho de la noche, los nervios se dispararon y llegó la revancha, el alivio, el orgullo. Neymar, un gol y un país se gritaron al mismo… Continuar leyendo