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En un combate trepidante, de principio a fin, el cienfueguero Robeisy Ramírez derrotó por decisión dividida de los jueces al norteamericano Shakur Stevenson, en la disputa del oro de los 56 kg de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro.
En el cuadrilátero de Riocentro -Pabellón 6- el cienfueguero salió dispuesto a no dejar dudas, ante un rival que con independencia de sus 19 años posee una brillante carrera en las categorías inferiores, incluyendo el título en los II Juegos Olímpicos de la Juventud, celebrados en Nanjing, en el 2014.
En el primer asalto el nuestro mayoreó las acciones, sin embargo cedió terreno en el segundo reservando las emociones más intensas para el epílogo.
Consciente de que a este nivel hay que convencer, Robeisy sacó a relucir la casta de la Escuela Cubana de Boxeo, cimentada en innumerables éxitos, y tirando de campana a campana, inclinó definitivamente el pleito a su favor.
Con esta corona el cienfueguero se convirtió además en el segundo púgil antillano bicampeón bajo los cinco aros en dos divisiones. Ese honor solo lo ostentaba Ángel Herrera, quien en Montreal 1976 se impuso en 57 kg y en Moscú 1980 lo hizo en 60 kg.
Robeisy deslumbró a todos cuando en Londres 2012 no tuvo rivales en los 52 kg. Dos años antes también hizo las delicias del público y los especialistas en los I Juegos Olímpicos de la Juventud, que acogió Singapur.
Esta es la presea dorada número 36 para los boxeadores cubanos en estas citas, una ruta abierta por Orlandito Martínez, Emilio Correa y Teófilo Stevenson en Múnich 1972. En apenas unos minutos el guantanamero Arlen López tendrá la oportunidad de incrementar esa cosecha.
