Si algo signa al Sancti Spíritus de hoy día es la pulcritud e identidad de sus empresas, instituciones, centros laborales; la esmerada atención a los trabajadores repercute en que mujeres y hombres sientan satisfacción por lo que hacen y motivaciones por el futuro.
Y aunque el forastero pueda pensar que se debe a una ocasión —dígase a la efervescencia por la celebración de las actividades por el 26 de Julio—, se trata realmente de una filosofía entronizada entre los espirituanos que crece con el decursar del tiempo y la exigencia de los cuadros que dirigen en la provincia.
Cada entidad de la Empresa Cárnica es exponente de ello: “Los trabajadores tienen sentido de pertenencia, cuidan sus medios y logran resultados que respaldan altos salarios y productividad; se ha extremado el control de la materia prima, hacemos las asambleas de afiliados y una labor sistemática para evitar hechos delictivos”, afirmó Ekatherina Gowen, secretaria general del Sindicato de la Alimentación en el territorio.
Gracias a los cambios que promueve la Resolución 6 respecto a la 17 del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, quienes lograron un adecuado desempeño tuvieron como estímulo lo que llaman el mes 13, es decir, el pago de un salario adicional, informó José Ascanio Ruiz, director de la entidad. “Es la primera vez que podemos distribuirlo, aunque lo acumulamos en los últimos años; esto ha tocado a la gente, que ahora pone más empeño en el cumplimiento de cada tarea”.
Del esfuerzo de los obreros y la necesidad de disponer de más financiamiento para su alimentación también habló la dirigente sindical, al considerar que los que hoy laboran en los mataderos —de ganado vacuno y porcino— han incrementado el número de sacrificios diarios y reciben la misma dieta.
Ese criterio lleva implícito un elogio a la agricultura de la provincia, que cumpliendo los contratos y el encadenamiento productivo con los centros del cárnico, posibilitan el crecimiento de los surtidos que elaboran a partir de la carne de cerdo y de res.
Al cierre de mayo, los 560 trabajadores del sector habían entregado mil 300 toneladas más de carne en banda, deshuesadas y en embutidos que en igual etapa del año precedente (14 % de sobrecumplimiento de la producción física); con un salario medio de 2 mil pesos, y una productividad del 298 por ciento. Desde hace una década la entidad cumple los planes fijados para cada calendario.
Dos de las cinco unidades empresariales de base de la Empresa Cárnica espirituana mantienen la certificación del sistema HACCP para la inocuidad de los alimentos: el centro de sacrificio de cerdos y la planta de hamburguesas, mientras en el resto se mantienen estrictas normas sanitarias para velar porque sus producciones mantengan todos los parámetros físicos, químicos y biológicos.
Jóvenes en la producción
Rostros muy jóvenes matizan los salones del cárnico. Ante mi asombro, Leordanis Martínez Izquierdo, obrero de la unidad de sacrificio de cerdos, explicó que muchos alumnos del politécnico desarrollan sus prácticas aquí, y algunos se quedan trabajando después de pasar su período de pruebas.
“Este es un trabajo que implica esfuerzo, pero donde encuentras condiciones laborales, es limpio (aunque se sacrifica animales y se trabaja con carne y sangre), bien remunerado y siempre tienes la posibilidad de seguir superándote”.
Por su parte, la máster Marlene Benítez Sánchez considera que esa fuerza joven bien calificada es la ideal para suplir a quienes se van jubilando o emigran del sector. “Siempre tratamos de que se capaciten, de que aprendan de los de más experiencia y formen filas junto a esta familia del cárnico. Eso nos permite educarlos en el rigor del trabajo, en la calidad, y tratar de enseñarles lo que durante muchos años hemos conocido nosotros”.
Para ellos, haber ganado la sede del acto nacional por el 26 de Julio es el estímulo a tanto esfuerzo y resultados, a la consolidación de producciones que, aunque no siempre están al alcance del bolsillo de todos, han logrado estabilidad en el mercado y aportan dividendos a la economía de la provincia.