Por Jorge Pérez Cruz y Eduardo Martínez
¿Qué significó para la fábrica de vino Bartle, de Las Tunas, su conversión en Unidad Empresarial de Base, subordinada a la Empresa de Bebidas y Refrescos de la provincia de Camagüey?
“El cambio fue traumático”, responde drásticamente Enrique Santana, su director, como si hiciera tiempo que esperara la interrogante para liberar sentimientos reprimidos.
Es que la transformación truncó sueños, sentido de pertenencia y resultados que ubicaban a la pequeña, y casi artesanal industria, en líneas de referencia en el país por la diversidad y calidad de sus producciones, algunas destinadas a la exportación o las ventas en divisa en fronteras, gestiones que se escaparon de las manos del entusiasta colectivo laboral.
Y por ese contacto Trabajadores inicia pesquisas en torno a la implementación del proceso de reordenamiento del sistema empresarial cubano en territorios de Las Tunas y Pinar del Río, que arrojan luz a penas y glorias de una decisión estratégica inaplazable en la aspiración de edificar un socialismo próspero y sostenible, refrendada en los Lineamientos de la política económica y social de la Revolución, aprobados en el VI Congreso del Partido.
Una necesidad impostergable
Diversos estudios realizados por especialistas en esta materia reflejan que en más de 50 años la actividad empresarial estatal cubana ha transitado por diversas experiencias sin que se alcanzaran las expectativas.
También develan que sin la solución de este problema el país no podría desarrollarse; y, por esa razón la política económica aprobada en el VI Congreso del Partido retoma el asunto como un elemento esencial para elevar el nivel de eficiencia de la economía nacional, sin obviar las complejidades del actual escenario, principio ratificado en el VII Congreso de la organización partidista.
Como resultado de esa proyección, desde el año 2010 se inició un proceso de transformaciones de las estructuras empresariales, cuya materialización ha dado origen a las Organizaciones Superiores de Dirección Empresarial (OSDE), empresas y unidades empresariales de base (UEB).
El primer impacto, estadísticamente hablando, sin una valoración cualitativa, fue la reducción de 25,4% del número de empresas y de 18,9% de las sociedades mercantiles del Estado, y la aparición en el entramado empresarial del país de las ya mencionadas OSDE y de un significativo número de UEB, que vieron mutilada su personalidad jurídica, uno de los asuntos más cuestionados de estas transformaciones.
Las penas…
Los sinsabores de Vinos Bartle, los padecen también los trabajadores de la otrora EMBERE-Las Tunas, que ven con asombro e impotencia el deterioro de su ya maltrecha tecnología, requerida de mayores cuidados y atenciones, “que la actual empresa –EMBER Camagüey no le da”, sostiene Edith Peña Amador, tecnóloga de la UEB Fábrica de Refresco-Vino Bartle, como ahora se denomina, y la secunda el resto de los trabajadores inquiridos.
Hoy por hoy, la pérdida de personalidad jurídica es uno de los asuntos que más cuestionan los implicados y son múltiples los escenarios en que se expresan.
“El cambio ha venido para dar problemas, quitar la fluidez en el trabajo. Antes teníamos facultades para definir sistema de pago, modificar la plantilla, y hoy tengo que pedir permiso a la dirección de la empresa que viene dos veces al año”, dice Lázaro Chamizo Costales, jefe de departamento de Recursos Humanos en la UEB Soluciones Mecánicas (SOMEC), de Pinar del Río.
A la Asociación de Innovadores y Racionalizadores (Anir), también le mella sus ímpetus: “En algunas UEB ha sido una traba, porque las empresas provinciales y nacionales han centralizado todo lo que tiene que ver con la aplicación de la Ley 38 y las cuentas, incluidas las comisiones evaluadoras”, significa Karenia Dotres Núñez, miembro del Buró de esa organización en la provincia de Las Tunas.
Existen otras expresiones del obstáculo que representa para las UEB no disponer de personalidad jurídica que ameritan una investigación en profundidad, porque la totalidad de los entrevistados la consideran un freno al desempeño.
Las distancias de las sedes administrativas de subordinación es otro tema que preocupa y ocupa: “Ahí se producen gastos adicionales, incluido el combustible, dieta, hospedaje…, y esos gastos a quien se lo voy a cobrar, eso va en detrimento del salario de los trabajadores”, fustiga Fructuoso Ruiz Castillo, jefe de departamento de Contabilidad y Finanzas en SOMEC.
Las glorias…
Sin embargo, Liuven Veloz González, director de Operaciones de la EMBER-Camagüey, tiene una visión diferente del asunto: “En el caso de Vino-Bartle ha reportado mejor aprovechamiento del tiempo de trabajo, estabilidad de materia prima, especialización de las producciones y mejoría de salario, entre otras ventajas”.
La máster en ciencias Maritza Martínez Amoró, directora de la UEB Gráfica Las Tunas, subordinada a la Empresa Nacional de Periódicos, pondera los beneficios referidos a la negociación con las entidades importadoras de materias primas que radican en La Habana, “ese es un problemas complejo ya resuelto como la equiparación centralizada de las cargas de trabajo, que sustentan el plan de negocio en relación con la capacidad productiva del sistema”.
“Al principio hubo muchos problemas, pero después se fue flexibilizando un grupo de cosas como la creación de la cuenta en las UEB en la provincia, el pago del salario, y ya el director no tiene que trasladarse a 150 kilómetros para un cheque”, confirma Mayda Blanco Guerra, secretaria del buró provincial del Sindicato de Industrias en Pinar del Río.
“Con el tema de los aseguramientos la situación es favorable con el paso a UEB. Las comunicaciones se mantienen y se cumplen los días señalados para la carga de los aseguramientos en La Habana, esto es debido a las buenas relaciones con el nivel central”, reconoce Luis Enrique González Morejón, jefe de taller de asistencia técnica de la UEB Empresa Integral de Servicios Automotores (EISA) Pinar del Río.
Del diseño a la implementación
“La política tiene dos vertientes, una la que enuncia teóricamente y otra la que hacen los hombre en la implementación”, sostiene categórico el doctor en ciencias Rafael Torres González, director de Economía y Planificación en Las Tunas.
A partir de sus estudios y experiencias asegura que desde el punto de vista económico no debía tener problemas, pues están bien definidos sus objetivos y destaca que la transformación supone un cambio de estructura que bien aplicada aligera cargas a las unidades productoras, las libera de ciertas gestiones estatales y les permite concentrarse en la producción.
Esta problemática fue ampliamente debatida en la Primer Conferencia del Sindicato de la Industria Alimentaria y la Pesca, escenario en el cual Pedro Manuel Díaz Jovar, secretario general de esa organización enfatizó que más que un problema de estructura es un problema de los hombres, en franca alusión a las inconsecuencias que manifiesta su implementación.
Enderezar el tronco
Al margen del reconocimiento de que toda obra humana es perfectible, los resultados generales que muestra el proceso en su puesta en práctica en estas dos provincias denotan que sobre la misma fundamentación teórica algunos funcionan y otros no, por lo tanto son evidentes problemas de interpretación, que quizás encuentren respuestas en la anunciada ley de las UEB.
Porque incluso, donde las cosas marchan mejor, hay aristas requeridas de cuidados encaminados a romper definitivamente la centralización injustificada, a mejorar la comunicación y la información a los colectivos laborales y direcciones administrativas subordinadas, y a exigir el cumplimiento de la legislación vigente a pie de letra y espíritu.
En opinión de Ernesto Guevara, miembro del Secretariado de la CTC en Las Tunas, el proceso está urgido, además, de que las estructuras superiores acorten las distancias naturales que los separan de la base, de los colectivos laborales, que mejoren sus vínculos y la atención al hombre.
Así se enderezará el tronco que se ha torcido en la vorágine de la cotidianidad, y se hará tangible el enunciado de que la empresa estatal socialista no solo debe, sino puede y tiene que ser eficiente.