En su posición, debajo del carro, Valentín Hernández Hernández lleva un rato solucionando problemas. Es mediodía y el sol quema, pero su prioridad es eliminar el desperfecto del ómnibus Diana, que pronto rodará en la ciudad.
Su esfuerzo y para mantener trabajando los equipos, junto al desempeño de los choferes y directivos, y un resultado sindical envidiable, le permitieron a la empresa provincial de pasajeros por ómnibus de Pinar del Río obtener la sede del acto nacional por el Día del Trabajador del Transporte.
La entrada de nuevos vehículos, el mantenimiento de los existentes y el aumento en la calidad del servicio han generado un impacto positivo en la población que, aun sin estar completamente satisfecha, comienza a sentir una mejoría en la vida cotidiana.
Más guaguas y más rutas
Anabel Cruz recuerda que para la zona de la carretera a Viñales, una de las vías de salida de la ciudad de Pinar del Río, no había muchos medios para moverse. Trasladarse diariamente para su centro era un suplicio, resuelto cuantiosas veces con los coches de caballo o las “botellas” en la carretera.
Pero la apertura de nuevas rutas, debido a la entrada de numerosas Dianas, ha permitido la revitalización del transporte para lugares como este y el alivio para las personas.
Según explica Frank Cruz Hernández, director de la empresa, entre finales del 2015 y principios del 2016, se han recibido 38 ómnibus de ese tipo del modelo con dos puertas, los cuales se unen a los existentes de distintas marcas. El refuerzo permitió la apertura de 16 rutas.
Hoy, desde la ciudad, se puede acceder a diferentes lugares por una red amplia con un servicio a la población que se intenta estabilizar entre 15 y 20 minutos.
Víctor Manuel Blanco González, quien vive por la carretera a la localidad de Luis Lazo, reconoce que la ventaja es innegable. “A veces en el horario de la mañana era casi imposible coger algo en las paradas, si no era un particular. Ahora, aunque puede variar, casi siempre es más fácil, porque pasan cada menos tiempo”, cuenta.
Los ómnibus Diana, parte inseparable del paisaje urbano de la capital pinareña, se han movido también para reforzar otras rutas que funcionan con carros marca Yutong, e incluso, llegan hasta pequeñas comunidades alejadas a varios kilómetros como es el caso de Guanito, Las Ovas o Briones Montoto.
“En el 2007 y 2008, por ejemplo, el servicio tenía muchos problemas y se transportaban apenas entre 5 mil o 10 mil pasajeros, diariamente. Hoy, la cifra es de 80 mil y de esos, alrededor del 50 % es mediante los Diana”, explica Cruz Hernández.
El panorama en el servicio intermunicipal también había mutado en Vueltabajo, en el servicio intermunicipal. A partir del mes de julio del 2015 comenzaron a trabajar 10 semiómnibus destinados al movimiento de pasajeros en zonas de difícil acceso pertenecientes al Plan Turquino, para mejorar la conexión de la ciudad cabecera con algunos municipios y consejos populares.
Hacia otros territorios como La Coloma, Consolación del sur, San Juan y Martínez o San Luis, también se pusieron en funcionamiento vehículos articulados, rescatados por mecánicos de esa unidad.
No solo son máquinas
Si bien el cambio ha sido palpable en cifras, detrás hay un personal, cuyo actuar es indispensable para el que experimenta la transportación en Pinar.
Contamos con 13 tipos de ómnibus, de distintas marcas y las líneas no tienen similar aseguramiento técnico. De algunas, como el Sinotruk, no tenemos proveedor y por eso nuestro personal realiza muchas innovaciones, necesarias por el envejecimiento de la técnica”, dice Frank Cruz.
En ese día a día, hombres como Valentín marcan la diferencia. Él lleva 32 años de experiencia laboral en el centro. “Arreglamos todos los carros, y aunque hay horario fijo, cuando llega alguno roto no se deja para mañana. Con las primeras Dianas que entraron, las cuales se rompen bastante, hay que trabajar constantemente, por ejemplo, se adapta un disco de cloche, porque no es el que lleva”.
Uno de los casos más paradigmáticos es el de Omar Delgado Rivera, Pastilla, como conocen sus amigos al máximo responsable de la recuperación de los articulados, que junto a un grupo de mecánicos, logró la hazaña.
Precisamente, la labor de la Anir y del sindicato es el pilar que sustenta estos resultados, pues no solo la entrada de equipos sin uso ha sido la clave.
Según Franniel Gámez Hernández, secretario general del buró provincial del Sindicato Nacional de los Trabajadores del Transporte y Puertos en Pinar del Río, el trabajo de los innovadores es diario y fuerte en la entidad. El total de los 353 trabajadores se encuentran afiliados, y todos cumplieron con la cuota sindical y Mi Aporte a la Patria. “Existe aquí un buró con cinco secciones sindicales, que funcionan como un reloj”, concluye.