Un programa de reposición de las viejas plantaciones y el fomento de nuevas áreas, redundará en un aumento significativo de las cosechas de café, que deben pasar de unas 6 mil toneladas a 20 mil en el año 2020.
Lo anterior lo informó en conferencia de presa, el ingeniero Elexis Legrá, director de café, cacao y caco, del Grupo Empresarial Agroforestal, del Ministerio de la Agricultura.
Ya funcionan en las zonas cafetaleras 42 centro comerciales del Grupo Empresarial de Logística (GELMA) y está previsto que se terminen en breve otros 10, con los cuales se acercan los abastecimientos a los productores; también en el 2015 se recibió la mayor cantidad de fertilizantes para este cultivo de los últimos 20 años, lo que dio cobertura para aplicar las dosis requeridas en las plantaciones.
Legrá comentó el impacto que ha tenido el aumento del precio del café, que pasó de 50 pesos a 160 la lata de la variedad arábigo, mientras para el robusta el incremento fue desde 40 a 106 pesos. Ello, indudablemente, crea motivaciones entre los caficultores, que tienen la responsabilidad recuperar un cultivo que aporta significativos dividendos a la economía nacional.
Al cierre del 2015 se vendieron a los diferentes destinos 6 mil 300 toneladas de café, el ciento por ciento de lo previsto.
El 57 % del total de las áreas cafetaleras del país se han transformado por renovación o siembras nuevas; las plantaciones en el 2015 se cumplieron al 101 %, aunque tienen atrasos los territorios de Guamá, Yateras, La Maya, San Antonio del Sur y Guisa. El Ejército Juvenil del Trabajo y las cooperativas de producción agropecuarias tienen la mayor incidencia en este resultado.
De las 309 entidades que integral el movimiento de los 100 quintales o más de café oro por caballería, 51 ya lograron esa producción en el quinto año de constituido. Ninguna de las granjas estatales, que son las de mayores potencialidades, logra completar ese propósito.
Los rendimientos agrícolas que se alcanzan actualmente son irrisorios, por lo que se impone un trabajo sostenido en la renovación de las plantaciones, sellaje de las áreas, garantizar las debidas atenciones culturales establecidas en los instructivos del cultivo, entre ellas limpia, regulación de sombra y fertilización, así como aumentar las siembras con posturas por injertos y esquejes.