Este domingo, a las 4 y 19 de la tarde, llegó a Cuba el presidente de Estados Unidos, Barack Obama. Descendió sonriente del Air Force one, cobijado por una sombrilla negra que él mismo sostenía para guarecerse, junto a su esposa Michelle, de una llovizna que casualmente también llegaba del Norte y presagia lo que podría ser el último frente frío de la temporada.
Al pie de la escalerilla le esperaba el canciller Bruno Rodríguez Parrilla, quien en deferente gesto obsequió rosas a las mujeres de la familia: amarillas a la primera dama; rojas a la suegra (la señora Marian Robinson), y rosadas a las más jóvenes, Malia y Sasha, hijas de los Obama.
Con ellos llegaron Nancy Pelosi, líder de la minoría demócrata en la Cámara de Representantes; los senadores del mismo partido, Patrick Leahy y Dick Durbin, y del republicano, Jeff Flake. Se sumó además una amplia delegación de líderes políticos y empresariales.
Guiados por el doctor Eusebio Leal, Historiador de la Ciudad, la familia Obama y algunos de sus acompañantes recorrieron sitios emblemáticos de la zona más antigua de La Habana, declarada por la Unesco Patrimonio de la Humanidad en 1982.
El primer destino fue la Plaza de Armas, otrora centro cívico de la colonia, donde pudieron admirar la escultura en mármol blanco de Carlos Manuel de Céspedes, el Padre de la Patria.
Luego acudieron al Museo de la Ciudad, antes Palacio de los Capitanes Generales; apreciaron allí diversas obras de arte, entre ellas un óleo de Abraham Lincoln, decimosexto presidente de los Estados Unidos. Finalmente llegaron a la Catedral de La Habana, donde les aguardaba el cardenal Jaime Ortega Alamino, Arzobispo de la Arquidiócesis.
A pesar de las tensiones vividas por los dos países durante más de cinco décadas, todos coinciden en que será una visita importante para el futuro del proceso de normalización de relaciones entre los dos Estados, decisión anunciada el 17 de diciembre del 2014, pero que aún se ve obstaculizada por la persistencia del bloqueo económico, financiero y comercial impuesto a la isla.
Otros reclamos son la devolución del territorio ilegalmente ocupado en Guantánamo y el fin de otras medidas hostiles contra nuestro país.
Al recibimiento del Presidente estadounidense acudieron también Josefina Vidal, directora general de Estados Unidos del Ministerio de Relaciones Exteriores, y José Ramón Cabañas, embajador de Cuba en Washington.
Me alegro por él pueblo cubano,que vive en una pobreza extrema.trabajo digno para ellos,a través de empresas americanas.