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Por Fernando Rodríguez Sosa
Los placeres y deleites de la buena mesa, como es conocido, ocupan un lugar privilegiado en la obra de José Lezama Lima. Son varios los estudios que, a lo largo del tiempo, se han preocupado, y ocupado, de analizar la manera en que el autor de Paradiso ha enriquecido y recreado su literatura con los más insospechados manjares.
Silvia Mayra Gómez Fariñas es quien firma, ahora, un libro que vuelve a acercarse a tan subyugante universo. Se trata del volumen que la autora sugerentemente ha titulado Las comidas de Lezama Lima (Colección Sur Editores y Ediciones Unión, 226 pp). Una obra que propone una aproximación, desde una renovadora y rica mirada, al singular tema.
Más de un centenar de recetas, relacionadas con los platos citados por Lezama Lima en su obra, se reúnen en este libro. No es este, sin embargo, un recetario en el sentido convencional del término, pues la escritora, luego de una minuciosa investigación, junto a la manera de preparar cada comida, incluye fragmentos de los propios textos lezamianos.
“Este libro –explica Silvia Mayra Gómez Fariñas— pretende dar una idea de los platos que menciona José Lezama Lima en su literatura y nos aproxima a los platos que comía y lo deleitaron. Nos valimos de múltiples fuentes para reconstruir este testimonio. En primer término, lo que escribió el propio poeta, y también lo que sobre el tema recordaron muchos de sus amigos. Estar en su cercanía, ya en sus últimos años, fue asimismo una fuente invaluable”.
En las páginas de Las comidas de Lezama Lima, el lector encontrará tanto las recetas más simples como las más rebuscadas. Se conocerá, así, desde el modo de preparar un refrescante jugo de naranja con zanahoria o una champola de guanábana hasta cómo hacer unas deliciosas yemitas con cubierta de maní o una exquisita pechuga de guinea a la virginia.
Graduada de Ingeniera Agrónoma en la Universidad de Las Villas, Silvia Mayra Gómez Fariñas (Cabaiguán, Sancti Spíritus, 1953) se ha especializado, desde hace varias décadas, en el tema de la cocina cubana. Es miembro de la Federación Culinaria de Cuba y, además de mantiene una página en Internet con recetas de la isla, colabora con varias publicaciones digitales.
Silvia Mayra Gómez Fariñas es autora de Los pollos de mi cazuela y, en proceso de edición, se encuentran otros tres libros de su autoría, que continúan su empeño de rescatar y promover los valores de la culinaria insular: “Latinoamérica en la mesa cubana”, “Recetas de la abuela” y “Dulces caseros”.
En “La cocina contada”, estudio introductorio a Las comidas de Lezama Lima, el periodista e investigador Ciro Bianchi Ross presenta, a partir de la experiencia del fundador del Grupo Orígenes, un breve recorrido por las huellas de la culinaria en la literatura. He aquí un revelador fragmento de ese texto:
Para Lezama, la cubana es una cocina con apoyo escaso en el tipicismo y que huye, al mismo tiempo, de lo rebuscado. No se deriva solo de la española, aclaremos. También de la africana y tomó elementos de la cocina francesa, de la china, de la caribeña, lo que dio por resultado una cocina con acento propio. Una cocina, advertirá el escritor, que forma parte de nuestra imagen.
Hay en su obra no pocos ejemplos de lo que él consideraba la voluptuosidad y la sorpresa de nuestra culinaria. Sobre todo en Paradiso no así en Oppiano Licario, en la que los personajes son invitados a comer, comen o ya han comido sin que el lector sepa apenas los platos que degustan. O para decirlo como Lezama, los platos que se “incorporan”.
Porque para el poeta, la mayor parte de los pueblos, principalmente los europeos, fuerzan o exageran una división entre el hombre y la naturaleza. No así el cubano que, al comer, incorpora la naturaleza.
A través de las páginas de Las comidas de Lezama Lima, Silvia Mayra Gómez Fariñas, como resulta evidente, descubre esa voluptuosidad y sorpresa de la culinaria de la mayor de Las Antillas. Más, igualmente, este libro permite, desde nuevas ópticas, revisitar el legado de tan relevante figura de las letras cubanas e hispanoamericanas del siglo XX.
