La más alta distinción que otorga el Consejo de Estado de la República de Cuba, la Orden José Martí, le fue entregada en horas del mediodía de este sábado a su Santidad Kirill, Patriarca de Moscú y de Toda Rusia, en el contexto de la visita oficial que realiza a Cuba desde el jueves último.
La solemne ceremonia, que tuvo como sede el Palacio de la Revolución, estuvo presidida por el Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, General de Ejército Raúl Castro Ruz; miembros del Buró Político y del Consejo de Estado, así como representantes del Patriarcado de la Iglesia Ortodoxa Rusa, entre otros.
Homero Acosta, secretario del Consejo de Estado, resaltó que Cuba se honra con la entrega de tan alta distinción al Primado de la Iglesia Ortodoxa Rusa.
La excelente relación entre Rusia y Cuba —señaló— está basada en los profundos lazos de amistad y respeto entre nuestros pueblos.
“Un papel importante en la forja de esa relación lo ha tenido la Iglesia Ortodoxa Rusa y, en particular, su primado, el Patricarca Kirill, quien ha sabido contribuir con su permanente labor a la difusión de los mejores valores que nos unen.
“Su santidad ha expresado ese preciado patrimonio que identifica la amistad entre rusos y cubanos desde su visita a nuestro país en 1995 como Metropolita Smolensk y Kaliningrado.
“Como símbolo de los muchos años de estrechas relaciones apreciamos la Catedral de la Iglesia Ortodoxa Rusa en La Habana nuestra Señora de Kazán. El templo, cuyo cimiento forjó junto al líder histórico de la Revolución Fidel Castro Ruz, se erige hoy como un monumento digno de una iglesia que prestigia el diálogo, el entendimiento, y el respeto entre los pueblos.
“Reciba la más alta condecoración que otorga nuestra Patria y que lleva el nombre de nuestro Héroe Nacional José Martí, como expresión del respecto y afecto de los cubanos a la Iglesia Ortodoxa Rusa, al pueblo de Rusia y a su Santidad, por su especial contribución a la consolidación de las relaciones entre los dos países y pueblos”.
Por su parte, el Patriarca Kirill agradeció al Presidente Raúl Castro y a todo el pueblo cubano el hecho de recibir tal condecoración por sus “labores modestas”.
Dijo que las relaciones entre Rusia y cuba tienen raíces históricas, pero en la última mitad del siglo XX estas relaciones se han convertido en muy especiales, y “nosotros sabemos con cuánta valentía han trabajado los soviéticos y los cubanos, para juntos, estar en su lucha por la justicia”.
Esta experiencia de cooperación de nuestros pueblos está en nuestra memoria histórica, y se han conservado estas simpatías especiales de nuestro pueblo por el cubano, enfatizó.
Más adelante aseveró que esta condecoración es para toda la Iglesia Ortodoxa Rusa y para todo nuestro pueblo. Y con un ¡Viva Cuba! terminó sus palabras.
Minutos después ambas delegaciones intercambiaron saludos.