«La mayoría de las mujeres padecen de algún que otro complejo. No soportan sus figuras aunque lo disimulen calladas o tolerando las opiniones que manifiestan acerca de su imagen. Cada persona es como es, y debe ir por la vida de acuerdo a sus aspiraciones, sin tristezas, ni malestares al contemplarse en el espejo».
Tales palabras del doctor Reynaldo Duret Sotomayor, psiquiatra del Centro de Salud Mental del municipio habanero de La Lisa, bien pudieran servir para comenzar la lectura de Superflacas (Ediciones Cubanas Artex, Colección Íconos, 2014, 224 pp), antología de cuentos con selección, introducción y notas de Teresa Medina.
Resulta evidente que, en este volumen, el eje temático de las narraciones incluidas es presentar un grupo de historias protagonizadas por mujeres extremadamente delgadas. Relatos que se convierten en una radiografía de sentimientos y actitudes, frustraciones y empeños, realidades y sueños, que animan a las superflacas retratadas en estas páginas.
Uno de los aciertos de esta entrega es, indudablemente, el interés de ofrecer un universo creativo que abarca a varias generaciones de escritores cubanos, quienes, desde diversas miradas, estilos, tendencias, proponen, como en un gran fresco, una visión de un tema que, como está demostrado, preocupa —y ocupa— a la sociedad.
Son más de cuarenta los cuentos agrupados en esta antología, firmados por autores nacidos entre los años 1934 y 1987. Una entrega que se abre con la historia de «Hilito», de Enrique Pérez Díaz, y se cierra con el relato «La muerte feliz de Alborada Almanza», de Leonardo Padura Fuentes.
En Superflacas es posible leer cuentos de escritores de incuestionable reconocimiento en el panorama de las letras insulares —como Esther Díaz Llanillo, María Elena Llana y Enid Vian—, junto a textos de más jóvenes generaciones —entre ellos, Susset Cordero Sotero, José Manuel Lugo Lemes y Sheyla Valladares Quevedo.
No es la primera vez que la narradora e investigadora Teresa Medina (San Antonio de los Baños, 1942) prepara una antología de cuentos. Antes, en el año 2012, publicó una selección de similares propósitos, titulada Ni + ni – gorda, que propone un acercamiento a textos centrados en mujeres pasadas de peso.
Con la publicación ahora de Superflacas, el lector tendrá oportunidad de disfrutar estos retratos, en que un grupo de mujeres super delgadas deciden desnudarse ante el espejo. Mas, también, esta antología permite comprobar por dónde marcha la cuentística cubana de hoy.
Me parece super interesante este libro, por lo que quisiera saber donde lo puedo conseguir