A lo lejos, el polvo blanco que brota de la piedra perforada revela la ubicación exacta del área de siembra; ruge la máquina —tiene en su parte trasera un martillo y una gran sierra de corte circular—, que con extrema lentitud va cortando y dejando el hueco donde colocan la postura o la zanja para las mangueras del regadío.
Es una labor ardua que sigue una brigada de hombres a pleno sol, mas pienso en cuán difícil habrá sido lograr el mismo objetivo dinamitando el suelo, haciendo cada hoyo entre las rocas. Y ni el mismo Danilo Sánchez Perdomo, con 50 años en estas faenas, puede precisar cuál de los dos métodos es mejor o más cómodo.
Lo cierto es que la Empresa de Cítricos (agroindustrial actualmente) Victoria de Girón se construyó sobre piedras, y aunque ha tenido épocas de baja (tocó fondo en el 2014 con una producción de 53 mil toneladas solo de agrios; su récord es de 500 mil), hoy se erige entre las más eficientes de la provincia de Matanzas, razón por la cual fue sede del acto por el Día del Trabajador Agropecuario, realizado este 3 de octubre.
Y la define todavía aquella frase de proeza productiva y social, pues a los escollos de la naturaleza y de la economía se ha impuesto diversificando sus producciones como ninguna otra: a los cítricos suman frutales, hortalizas, viandas, cerdos y vacunos. Mantienen la tradicional industria para procesar jugos y minindustrias donde elaboran infinidad de alimentos. Han retomado las exportaciones y logran una distinción en el suministro al turismo por toda Cuba.
La eficiencia como premisa
El Máster en Fruticultura Tropical Armando Perdomo García, director de la Victoria de Girón, es categórico al afirmar que las 15 unidades empresariales de base (UEB) son rentables, y que cuando alguna no pudo lograrlo la desintegraron. “Aquí son claves la eficiencia y la atención al hombre, porque con trabajadores motivados podemos superar obstáculos y reponernos en los malos tiempos.
“Cuando nos quitaron los centros recreativos, levantamos los ranchones donde se hacen las cenas y las actividades para los más destacados; todo lo que ofertamos en ellas, excepto las bebidas, sale de nuestras propias producciones, que como objeto social se destinan al turismo y la exportación (85 %); entregamos más de 100 mil litros de leche vacuna a la industria y a las bodegas, además de la empleada para hacer yogur, queso y helados, que junto a los más de 2 millones de huevos se destinan a garantizar la alimentación de los trabajadores.
“Después que las plantaciones fueron devastadas por la enfermedad del cítrico (Huanglongbing, 2006), montamos un sistema de reposición del cultivo, y tenemos más de 6 mil hectáreas (ha), algunas entran en producción como la toronja, cuya cosecha comenzó la semana pasada con rendimientos a priori de 30 t/ha.
“Aspiramos a cerrar el 2025 con 15 mil ha de cítricos y una producción de 300 mil toneladas, que se lograrían con mayor cantidad de plantas por área y rendimientos promedio de 25 t/ha, niveles que podría sostener eficientemente la empresa. A ello se suman la producción en ascenso de los frutales, que hoy es de 17 mil toneladas y las más de 2 mil 500 de vegetales frescos que se obtienen en casas de cultivo”.
Las fortalezas de la entidad las definió Jesús Marrero, comercial de la UEB de Mercadotecnia y Ventas: “Prácticamente toda la materia prima que empleamos en la industria sale de nuestra propia empresa, tenemos personal especializado en todas las ramas del proceso productivo y una privilegiada posición geográfica para abastecer a los polos turísticos de Varadero, La Habana, la cayería norte de Villa Clara, Ciénaga de Zapata y Trinidad, y también llegamos hasta Holguín.
Una de las debilidades apuntadas por Marrero se resolverá con el montaje de dos minindustrias, que pueden envasar los productos en depósitos de pequeño formato, y la otra depende de inversiones para instalar más casas de cultivo protegido, pues según él, en el verano es insuficiente la producción de vegetales para satisfacer la demanda que tienen.
Desde la finca: una mirada a los hombres
Las fincas, donde cada hombre atiende unas 20 ha, rige la organización del trabajo agrícola. Un técnico de área se encarga de asesorar y supervisar las labores, que cada 15 días son revisadas minuciosamente para determinar su calidad y cumplimiento, sobre lo cual cada uno de los cinco o seis trabajadores devengarán su salario.
Es una rutina y una estructura que les ha salido muy bien, sobre la cual descansa el éxito de la empresa, pues sin cosechas agrícolas no habrá industria ni ventas. Teresa Pérez, técnica de área y secretaria de su sección sindical, afirma que la vinculación del hombre al área y la atención al hombre son pilares de la producción.
“Los trabajadores están estimulados y casi no plantean problemas; la mayoría se soluciona en las propias granjas, pero hay dos asuntos que nos golpean constantemente: la mala calidad de las botas de goma y de las gomas de bicicleta (muchos las usan para trasladarse por varios kilómetros hasta el área)”.
Son las mismas dificultades que ha planteado por varios años Agustín Fundora, secretario de la sección sindical de las casas de cultivo de San José de Marcos, un hombre que dedicó 44 años al trabajo entre cítricos, y ahora está vinculado a estos sembradíos, donde se obtienen altísimos rendimientos.
Jagüey Grande tiene todos los ingredientes para seguir siendo una empresa de éxito; la inteligencia, talento y voluntad de sus hombres, y las tecnologías que seguirán modernizando, son el tronco de ese árbol que emergió hace casi 50 años y se sigue esparciendo.
- La empresa abarca 35 mil ha cultivables, casi la mitad se rota con vacunos; tiene 5 mil 800 trabajadores, quienes reciben un salario promedio mensual de mil 100 pesos, con una productividad que supera los 25 mil 300; otros 300 obreros se contratan en el pico de cosecha. Realiza ventas netas por más de 192 millones de CUP y otros 17 millones de CUC.
es productivo lo que hacen¿?