Entre deserciones, bajas de peloteros y una disminución notable de la calidad, un enfrentamiento entre los equipos de Pinar del Río y Santiago de Cuba es todavía un clásico de la pelota cubana. El choque entre dos históricos deja sensaciones encontradas entre los aficionados y mucho trabajo para los periodistas.
Los seguidores más experimentados recuerdan los incomparables equipos de la Aplanadora santiaguera y los Vegueros de Pinar del Río, pero los más jóvenes ven sobre el terreno de juego a las caras más conocidas, a algunos de sus héroes más cercanos. Mientras los primeros sonríen al ver otra vez, ahora como entrenadores, a las estrellas de antaño, los otros construyen su propio imaginario con las figuras emergentes, ante tantos cambios en las plantillas.
Pero un clásico, como buen clásico, tiene lo que reunieron los tres partidos de esta semana en el estadio Capitán San Luis de la capital vueltabajera: polémica;malas y buenas decisiones arbitrales;excelentes actuaciones de picheo, partidos decididos en extrainnings. Y postales sugerentes, imágenes del pasatiempo nacional.