El Sumo Pontífice de la Iglesia Católica habló en la mañana de este jueves ante cientos de legisladores de ambas cámaras del Congreso de los Estados Unidos. Leyó un discurso donde se abordaron casi todos los grandes temas de la actualidad y fue interrumpido varias veces por los aplausos de los allí presentes.
La palabra Cuba no fue mencionada, pero sí fue clara la referencia al rol mediador jugado por Su santidad para propiciar el acercamiento entre los gobiernos de la Isla y de Estados Unidos. El diálogo entre países en conflicto “abre nuevos horizontes para todos”, dijo y estos pasos demandan, y seguirán haciéndolo, “coraje y audacia”.
“Es mi deber construir puentes y ayudar lo más posible a que todos los hombres y mujeres puedan hacerlo”, reflexionó en este, uno de los cuatro discursos en inglés que hará durante su gira por Estados Unidos. Los 14 restantes serán en su español natal.
“Deseo reconocer los esfuerzos que se han realizado en los últimos meses y que ayudan a superar las históricas diferencias ligadas a dolorosos episodios del pasado”, apuntó.
Esta es la primera vez que un Papa se presenta ante el Congreso de Estados Unidos: “Les agradezco la invitación a que les dirija la palabra en esta sesión conjunta del Congreso en la «tierra de los libres y en la patria de los valientes», aseguró, parafraseando el himno nacional estadounidense.
El Pontífice, quien ya ha ofrecido muestras de su erudición y de cuán profundamente ha preparado este viaje apostólico iniciado en Cuba el pasado 19 de septiembre, y que continúa en Estados Unidos, hizo referencia a cuatro norteamericanos ilustres que enriquecieron el pensamiento social del siglo XX —Abraham Lincoln, Martin Luther King, Dorothy Day y Thomas Merton— quienes “apostaron, con trabajo, abnegación y hasta con su propia sangre, por forjar un futuro mejor”.
De las personalidades mencionadas son quizás más conocidas el político estadounidense, decimosexto presidente de los Estados Unidos y primero por el Partido Republicano, Abraham Lincoln (1809-1865) y el pastor baptista estadounidense, defensor de los derechos civiles , Martin Luther King (1929-1968).
Pero no menos trascendentes por su obra son Thomas Merton (1915-1968), monje trapista católico que escribió más de 70 libros basados en la espiritualidad, la justicia social y pacifismo y Dorothy Day (1897-1980), periodista y activista social que se convirtió en devota católica que propugnaba la teoría de la distribución equitativa.
«Una nación es considerada grande cuando defiende la libertad, como hizo Abraham Lincoln, cuando genera una cultura que permita a sus hombres «soñar» con plenitud de derechos para sus hermanos y hermanas, como intentó King», declaró Francisco.
Otro de los asuntos abordados por Francisco fue el medioambiental: “Necesitamos una conversación que nos una a todos, porque el desafío ambiental que vivimos y sus raíces humanas nos interesan e impactan a todos”, afirmó.
“La lucha contra la pobreza y el hambre ha de ser combatida constantemente, en sus muchos frentes, especialmente en las causas que las provocan”, recalcó.
Enfático fue con respecto a la pena de muerte: “Si tratamos a los demás con la misma compasión con la que queremos ser tratados, busquemos para los demás las mismas posibilidades que deseamos para nosotros. Esto es lo que me lleva a trabajar para solicitar la abolición mundial de la pena de muerte»
Pidió no dar “nunca la espalda a los vecinos, a todo lo que nos rodea”. No se puede olvidar la “crisis de refugiados sin precedentes” procedentes de Siria y recordó que “ninguna religión es inmune a diversas formas de aberración individual o de extremismo ideológico”.
«Frente al silencio vergonzoso y cómplice, es nuestro deber afrontar el problema y acabar con el tráfico de armas», pidió el Papa y condenó el silencio culpable de quienes financian la guerra a partir de contradicciones internas de los países.
El Sumo Pontífice, quien concluirá su gira en Filadelfia donde participará en el Encuentro Mundial de las Familias, recalcó ante el congreso el papel de esta como valor esencial de la sociedad.
«Me gustaría que esta alma (la de Estados Unidos) siga tomado forma y crezca, para que los jóvenes puedan heredar y vivir en una tierra que ha permitido a muchos soñar», dijo casi al terminar su discurso.
Luego recorrió el Patio de la Columnas del Congreso donde se encuentran algunas estatuas, entre ellas la del beato Junípero Serra, misionero franciscano canonizado ayer por Francisco, ante la cual se detuvo unos instantes.
A continuación el prelado se asomó al balcón del “speaker” del Congreso y se dirigió al público allí reunido para, tal como había hecho en Cuba, pedir que rezaran por él, que le desearan cosas buenas y, en perfecto inglés, bendecir a la nación. “!God bless América!”, dijo
El programa de la vista del Papa Francisco a Estados Unidos continúa con una visita al centro caritativo de la parroquia de St Patrick y el encuentro allí con algunos de los homeless (sin techo) de Washington, D.C.
En la tarde se dirigirá a Nueva York para la Celebración de las Vísperas con el clero, religiosos y religiosas en la Catedral de San Patricio.
El miércoles, el Papa tuvo un encuentro con el presidente Barack Obama en la Casa Blanca y realizó un breve recorrido en el papamóvil por las inmediaciones de la residencia presidencial.
Las relaciones diplomáticas entre el Vaticano y EE UU solo datan de 1984.