A ponderar y utilizar con utilidad la CELAC, esa herramienta particular que hemos alcanzado los pueblos al sur del Río Bravo, llamó el ministro cubano de cultura Julián González Toledo en las palabras de apertura de la III Reunión de ministros de Cultura de la CELAC, que se celebra en La Habana entre los días 18 y 19 de septiembre.
El titular se refirió al encuentro como la máxima expresión cultural de ese mecanismo, en el que nuestros países, a partir de los valores compartidos, han aunado fuerzas por encima de las diferencias para la consecución de sus objetivos. “Tenemos la oportunidad de fortalecer esos aspectos únicos, comunes, que tenemos en la región y nos dan una identidad particular en el mundo”, expresó.
Irina Bokova, Directora General de la UNESCO, calificó este encuentro como un regreso a casa, a las energías inspiradoras de esa institución que en el 2015 cumple 70 años, y que tuvo entre sus bases fundacionales el cónclave conocido como La Plática de La Habana, celebrado en nuestro país en 1941, un antecedente esencial para la creación de dicho organismo internacional. “Necesitamos debate, energía, para hacer frente a la violencia. Esta es una oportunidad única para defender los valores de la cultura”, precisó.
Por su parte el ministro ecuatoriano Guillaume Long, quien en calidad de representante de Ecuador –país que ostenta la presidencia pro tempore de la CELAC– presidió el encuentro, realizó una aguda reflexión sobre las dificultades de los procesos de integración en América Latina, donde se suele utilizar mucho ese término de manera simbólica, a pesar de que hay mucho que avanzar en materia de integración estructural.
Long destacó como uno de los principales retos el patrón productivo de nuestras naciones, por lo general confinadas a ser meros productores de materias primas, con una economía y una producción escasamente diversificada. Esto dificulta nuestra integración, comentó, porque tenemos economías poco complementarias, que propicien un verdadero intercambio.
En materia artística, dijo que a pesar del intercambio histórico de nuestros creadores y culturas ha habido un alto grado de segmentación regional. Alertó sobre el riesgo de la estandarización y el mito de que el mercado garantiza la diversidad, de ahí la necesidad de que los estados sean responsables de generar procesos que estimulen la diversidad. “El gran reto nuestro es conjugar el cosmopolitismo con la soberanía y eso solo se logra con la heterogeneidad”, añadió.
En este sentido destacó el papel de la CELAC como plataforma para unificar posiciones de los países de América Latina en los escenarios multilaterales, en particular en cuestiones de lucha contra el tráfico ilícito de bienes culturales y patrimoniales y el aprovechamiento de las nuevas tecnologías para el respeto de los derechos culturales de los pueblos de América Latina.
“Juntos tenemos una gran responsabilidad. En estas instancias está el verdadero meollo de la integración, porque permiten aterrizar las voluntades, a través del desarrollo de agendas y metas a más largo plazo”, concluyó.
En los dos días de trabajo de las sesiones se discutirá sobre el Plan de Acción Cultural de la CELAC, el papel de la cultura y el respeto a la diversidad de las expresiones culturales como importante aspecto del desarrollo sostenible, y proyectos de interés como la Escuela Regional de las Artes.
En el encuentro, que contó con la presencia de las delegaciones de los países miembros de la CELAC e intelectuales y artistas invitados, estuvieron presentes además, Abel Prieto Jiménez, asesor de la presidencia de la República de Cuba, el vicecanciller cubano Abelardo Moreno, y José A. Rodríguez, ministro de cultura de República Dominicana, Rodrigo Carrera, embajador de Costa Rica, y la señora Donna Forde, encargada de negocios de Barbados.