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El talento, la dedicación y el empeño que les dedican las mujeres a las responsabilidades asignadas han provocado que el movimiento sindical cubano afronte actualmente un desequilibrio singular en la composición de las estructuras de dirección, pues no se corresponde, en cuanto a género, con la conformación laboral.
Hay preponderancia de las féminas en los cargos, tanto en la base como en los restantes niveles. La dirección de la CTC considera que es un asunto a abordar puntualmente en un grupo de provincias y municipios, pues aunque resulta básico darle el lugar que le corresponde a la mujer en la sociedad, como parte de su emancipación, las direcciones sindicales deben parecerse más al sector al que pertenecen.
En el proceso de balance, renovación y/o ratificación de mandatos, como parte del programa del XX Congreso de la CTC, se ha tenido en cuenta ese aspecto, pero aún el panorama dista mucho de la realidad en los colectivos y ramas de la economía y los servicios.
Por ejemplo, en el municipio avileño de Chambas, solo un hombre integra el secretariado ejecutivo de la organización a ese nivel, y en el cienfueguero de Aguada, siete mujeres (el 100 %) lo componen.
Ese panorama puede apreciarse también en diversos sectores, como el agropecuario y azucarero, en los cuales, sin embargo, los colectivos de trabajadores están constituidos mayoritariamente por varones.
De acuerdo con datos que aparecen en el sitio Web de la Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI), del total de personas ocupadas en Cuba, el 37,5 % son mujeres y el 62,5 % son hombres.
Sin embargo, a nivel de país, según ha trascendido, el 70 % de las responsabilidades sindicales están ocupadas por féminas. En Cienfuegos, por solo citar una provincia, es del 77 %, a pesar de que la composición laboral está equilibrada en un 50 % para cada sexo.
La dirección del movimiento sindical en ese territorio considera que ese comportamiento responde a que “las mujeres se han ganado el espacio”, pero estiman a su vez que deben propiciarse y lograrse proporciones adecuadas.
Roquelina Sabina Rey, miembro del Secretariado de la CTC en esa provincia, quien acumula una vasta experiencia en el quehacer sindical, asegura que alcanzar la compensación idónea no ocurrirá de inmediato, pues requiere de un proceso de adecuación. Explicó que, no obstante, ya en los comités municipales que resultaron electos en las conferencias efectuadas como parte del proceso del XX Congreso de la organización, existe un equilibrio favorable entre hombres y mujeres.
Al indagar más sobre el tema, trascendió que también ocurre con bastante frecuencia que al proponerle a un hombre ocupar un cargo de dirección, esgrime múltiples justificaciones, muchas de ellas sin basamento sólido, mientras que al planteárselo a una mujer, aunque refiere no pocos inconvenientes por el cuidado de los hijos, los deberes hogareños y la pesada doble jornada, acepta y asume con la mayor responsabilidad, voluntad y disciplina.
Resulta a todas luces un asunto delicado, porque los cargos en el movimiento sindical son ocupados por elección, independientemente del nivel al que correspondan, y son los trabajadores o sus representantes los que deciden al respecto.
Por eso corresponde explicar, argumentar y convencer, para que féminas y varones, unidos en igualdad de condiciones, guíen las acciones y conduzcan el destino de la CTC y los sindicatos, sin que la prominencia esté en un género o en otro.
La composición laboral así lo indica. Por tanto, como dice una popular canción: “Las mujeres sí, y los hombres también”.
Acerca del autor
Graduado de Profesor de Educación General en el Instituto Superior Pedagógico Félix Varela, de Villa Clara, Cuba (1979). Ha laborado en la Revista Juventud Técnica, semanario En Guardia, órgano del Ejército Central, periódicos Escambray, CINCO de Septiembre y Granma. Desde el año 2007 es corresponsal de Trabajadores en la provincia de Cienfuegos. Está especializado en temas económicos y agropecuarios. En 1999 acompañó en funciones periodísticas a la segunda Brigada Médica Cubana que llegó a Honduras después del paso del huracán Mitch. Publicó el libro Verdades sin puerto (Editorial cubana MECENAS). Ha estado en otras tres ocasiones en esa nación centroamericana, en funciones periodísticas, impartiendo conferencias a estudiantes universitarios, asesorando medios de comunicación e impartiendo cursos-talleres sobre actualización periodística a periodistas y comunicadores. Multipremiado en premios y concursos internacionales, nacionales y provinciales de Periodismo. Fue merecedor del Premio Provincial Periodístico Manuel Hurtado del Valle (Cienfuegos) por la Obra de la Vida – 2012. Le fue conferido el Sello de Laureado, otorgado por el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Cultura (SNTC). Mantiene evaluación profesional de Excepcional.
