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Holanda no solo blanqueó a Cuba 7-0 en la segunda jornada del XIV Torneo de Rótterdam, sino que se apuntó su séptima victoria desde el año 2000 sobre una selección antillana, tercera de manera consecutiva tras las dos del Clásico Mundial celebrado en marzo pasado, en Japón.
Tal y como se había anunciado el conocido Rob Cordemans fue la elección de la escuadra local para abrir el choque, en tanto el cienfueguero Noelvis Entenza lo hizo por nuestro equipo, pero saltó del box en el quinto capítulo luego de soportar las dos carreras que hubieran bastado para el triunfo de los llamados tulipanes del béisbol.
Otro sureño, Jorge Hernández fue la designación para relevar y tras detener la rebelión holandesa en el sexto y séptimo toleró cinco más en los dos inning del cierre antes de ceder el montículo a Duniel Ibarra, quien sacó los dos últimos outs del pleito.
Con una bola bien movida y excelente control, Codermans espació los cinco hits de los visitantes (dos a la cuenta de Yasmani Tomás y uno pér capita de Guillermo Heredia, José Miguel Fernández y José Dariel Abreu), en tanto solo regaló un boleto y recetó par de ponches. Con un total de 110 envíos, el derecho alcanzó su segundo éxito sobre un equipo Cuba en los últimos años y mantuvo el invicto de su conjunto en este joven torneo.
La alineación antillana sufrió dos cambios importantes respecto al juego inicial contra Curazao: Alexander Malleta por Yosvany Peraza en el turno de designado y José Miguel Fernández por Andy Ibañez en la segunda almohadilla. Sin embargo, lo más llamativo fue la demora en sacar emergentes cuando era evidente el dominio total del serpentinero local.
Es cierto que este juego no define medallas y no peligra ni siquiera la posibilidad de luchar por el cetro, pero psicológicamente es muy duro para los peloteros cubanos, sobre todo después que hace apenas cuatro meses caímos dos veces en línea con Holanda en el Clásico, la última de ellas en el pase a semifinales.
¿Es que acaso la barrera mental es más fuerte que la deportiva? ¿Se han ajustado tan bien los bateadores holandeses a nuestros lanzadores que lo descifran con facilidad? ¿Por qué nos domina una y otra vez Codermans, a quien debemos tener estudiado hasta la saciedad? ¿Nos falta oficio para ganarle a una selección que si bien es hoy cuarta del planeta no posee ni la tradición, ni la fuerza de nuestro béisbol?
Son apenas las primeras ideas después de un fracaso inicial que sabe amargo, bien amargo. Este 2 de julio, Cuba tendrá su primer día de descanso, para enfrentar nuevamente a la tropa holandesa el miércoles tres de julio.
En el otro desafío de este lunes, Taipei de China, monarca defensor, aventajó 4-2 a Curazao y está emparejado en el segundo puesto con Cuba con una victoria y una derrota.
Acerca del autor
Máster en Ciencias de la Comunicación. Director del Periódico Trabajadores desde el 1 de julio del 2024. Editor-jefe de la Redacción Deportiva desde 2007. Ha participado en coberturas periodísticas de Juegos Centroamericanos y del Caribe, Juegos Panamericanos, Juegos Olímpicos, Copa Intercontinental de Béisbol, Clásico Mundial de Béisbol, Campeonatos Mundiales de Judo, entre otras. Profesor del Instituto Internacional de Periodismo José Martí, en La Habana, Cuba.
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