![Foto: Yoandry Ávila Guerra](https://www.trabajadores.cu/wp-content/uploads/2015/07/Mauricio-permiso.x10671.jpg)
Por Yoandry Avila Guerra
¿Cuánta educación formal viene como una trompada a la cara, en tiempos donde muchos aseguran que la juventud está perdida, que no respeta a nada ni a nadie?, Y ¡caramba!, qué gusto ver a dos pequeñuelos de apenas cinco años con el permiso a ráfagas
Permiso, permiso, permiso… ¿Cuánto respeto denota esta pequeña y a veces olvidada palabra?, ¿Cuánta consideración embarga?, ¿Cuánto de uno se entrega al proferirla, y cuánto engrandece a quien lo recibe?
¡Qué viva el permiso¡: en la guagua, medio o completamente apretados, al bregar entre la marea humana que se interpone entre tú y la parada donde te debes bajar; al caminar por una acera y tu paso interrumpe la conversación de dos personas que se atrincheraron en ella para »ponerse al día» entre chismes y comentarios.
También, exótico, repentino y surrealista, el permiso puede florar en medio de una clase de fotografía para niñas, niños y adolescentes, y así lo hizo en el curso Primeros píxeles que habitualmente implementa durante el verano la Unión de Periodistas de Cuba para los retoños de la prensa.
Rimbombante y cuasi extraterrenal, proferido por una lengua que arrastra la letra R, el permiso puede ponerte a prueba, puede calar tus nervios y llevarte al extremo de la locura.
Imagínense la siguiente escena: una clase con una veintena de pequeñines, y el profesor (no yo, por suerte, yo solo estoy de apoyo), comienza a disertar sobre los inicios de la fotografía, sobre Daguerre y daguerrotipos, y les preguntas si han visitado el Museo Nacional de Bellas Artes: »permiso, profe», le replica Orlandito con sus cinco primaveras, y su hablar de media lengua, »pero los dinosaurios se extinguieron, y dice mi mamá que sus huesitos están blanquitos en un museo …»
¿A quién no se le va una carcajada?
Entre permiso y permiso, mi amigo Reno Massola (el profe titular) se vio envuelto en una disputa entre Orlandito y Mauricio acerca de si nuestro José Martí cayó o murió en la guerra. Qué importa el terminó correcto, lindo es constatar que dos niños de cinco años conocen y sienten al Apóstol tan cerca, palpitante entre latido y latido de sus corazoncitos.
Los permisos no cesan. Brotan para esclarecer que los aborígenes cubanos están todos en el Cementerio de Colón, según dijo la abuela; para contarnos con efusividad que han visitado la Cámara Oscura del Centro Histórico de La Habana, y para decir sin dobleces ni tantas vueltas que están aburridos y ya quieren salir a tomar fotos.
¡Y qué de fotos! Manejan con una tremenda destreza cámaras compactas, teléfonos celulares y tabletas. No se puede negar que son nativos digitales, utilizan todo estos aparatos con una naturalidad pasmosa, como una extensión de sí mismos, como otra parte de sus pequeños seres.
Y así nos asombran con excelentes encuadres y composiciones en la misma forma en que, con una educación exquisita, nos piden incesantemente: ¡permiso!
![Aldo Vásquez Morales, 14 años](https://www.trabajadores.cu/wp-content/uploads/2015/07/Foto-Aldo-Vasquez-Morales-14-años-.x10671.jpg)
![Foto: Carlos Manuel Quintán Bofill, 14 años.](https://www.trabajadores.cu/wp-content/uploads/2015/07/Foto-Carlos-Manuel-Quintan-Bofill-14-años.x10671.jpg)
![Foto: Claudia Coro Márquez, 10 años](https://www.trabajadores.cu/wp-content/uploads/2015/07/Foto-Claudia-Coro-Marquez-10-años.x10671.jpg)
![Foto: Diego Trujillo, 8 años](https://www.trabajadores.cu/wp-content/uploads/2015/07/Foto-Diego-Trujillo-8-años.x10671.jpg)
![Foto: Mauricio León Rodríguez, 5 años](https://www.trabajadores.cu/wp-content/uploads/2015/07/Foto-Mauricio-Leon-Rodriguez-5-años.x10671.jpg)
![Foto: Orlando García Fernández, 5 años](https://www.trabajadores.cu/wp-content/uploads/2015/07/Foto-Orlando-Garcia-Fernandez-5-años.x10671.jpg)
![Foto: Otto Ortiz Flores, 12 años](https://www.trabajadores.cu/wp-content/uploads/2015/07/Foto-Otto-S-Ortiz-Flores-12-años.x10671.jpg)
![Foto: Paolo Albizu, 12 años](https://www.trabajadores.cu/wp-content/uploads/2015/07/Foto-Paolo-Albizu-12-años.x10671.jpg)
![Orlandito](https://www.trabajadores.cu/wp-content/uploads/2015/07/Orlandito-.x10671.jpg)
Me ha parecido una cronica preciosa. Es verdad que a veces pensamos que l ajuventud esta perdida cuando vemos la facilidad conque aflora la groceria y la mala educacion. Es encomiable el trabajo con niños y est amotivacion vocacional y opicion de verano. Ojala existiesen iniciativas asi en todo el pais. Seria interesante que lo publicaran en la edicion impresa. No todo esta perdido.