Por Betty Beatón Ruiz y Juanita Perdomo Larezada
Emplazado sobre un pedestal de recio guayacán centenario, el busto creado por el escultor santiaguero Alberto Lescay sirve de tributo y custodia a Mariana en su descanso eterno.
La simbiosis de cubanía, patriotismo y maternidad que se hacen tangibles en la figura y el legado de quien está considerada desde la raíz del pueblo como Madre de la Patria, fue destacada la víspera en la conmemoración que tuvo lugar en Santiago de Cuba, en ocasión del bicentenario de su natalicio.
Durante el acto por la efeméride, celebrado en el teatro Heredia, Olga Lidia Tapia Iglesias, miembro del Secretariado del Comité Central del Partido, distinguió la excepcionalidad de Mariana, no solo dada “por el hecho de engendrar en su vientre una tribu de leones, sino por su vida ejemplar de inmaculada heroína, mujer de temple y carácter, madre y maestra a la vez de sus hijos, sobre todo en el arte de inculcarles los mejores valores”.
La dirigente partidista dijo que “la historiografía cubana adeuda a nuestro pueblo un estudio profundo sobre el aporte de la mujer cubana a la causa de la independencia.
“De la estirpe de Mariana Grajales fueron esas heroínas —sentenció la oradora— lo fueron Melba, Haydée, Vilma, Celia, las del llano y la Sierra, las adolescentes y jóvenes milicianas y alfabetizadoras, las combatientes y cooperantes internacionalistas; Marianas han sido las madres cubanas que en heroísmo cotidiano y anónimo desafiaron el reto y las privaciones del período especial para mantener en alto la bandera soberana de la estrella solitaria”.
Reafirmación de estas palabras resultó justamente la gala cultural devenida recorrido desde la palabra, el verso, la música y la danza por los aportes de las cubanas a su tierra.
En el acto se encontraban presentes Lázaro Expósito Canto, primer secretario del Partido en la provincia de Santiago de Cuba; Reinaldo García Zapata, presidente de la Asamblea Provincial del Poder Popular; Teresa Amarelle, secretaria general de la FMC; descendientes de la familia Maceo-Grajales; así como dirigentes de la UJC, la Asociación de Combatientes, la CTC, y otras organizaciones.
La conmemoración del bicentenario de Mariana Grajales Coello tuvo también momento de honra sincera con la colocación junto a su tumba, en el cementerio Santa Ifigenia, de ofrendas florales del líder histórico de la Revolución Fidel Castro Ruz, del Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, General de Ejército Raúl Castro Ruz, y del pueblo de Cuba.
En el propio lugar de reposo eterno en el camposanto santiaguero develaron un busto de bronce con la efigie de la Madre de la Patria, creación del reconocido escultor Alberto Lescay.
Acerca del autor
Periodista cubana. Máster en Ciencias de la Comunicación. Profesora Auxiliar de la Universidad de Oriente. Guionista de radio y televisión.