Le resulta difícil deslindar las tareas, ya sean propias de su trabajo como maestra terapeuta o cuando se trata de las del comité de base, ya que dirige la vanguardia juvenil en la escuela especial Abel Santamaría Cuadrado para niños ciegos y con baja visión, ubicada en Ciudad Escolar Libertad, en el municipio capitalino de Marianao.
Yanay de Armas imparte allí las asignaturas de Humanidades en 6° grado y concibe como un todo el quehacer de la institución, cuya razón de ser es la dirección y la guía de los pioneros con necesidades educativas especiales.
Sus inicios en el sector fueron como maestra emergente en una escuela primaria, mas la pasión y entrega de la experimentada educadora Josefa Vega (docente que todavía labora en la Abel Santamaría) le despertaron la curiosidad sobre “lo especial” de la enseñanza.
Así se inclinó por la licenciatura en la especialidad y, una vez graduada siete años atrás, comenzó en la institución. Ahora ya es máster y cursa el doctorado. “Para trabajar con estos niños lo primero es la sensibilidad, pero no puedes mostrarte débil ni con lástima. Hay que prepararlos para que puedan afrontar la vida, tener un oficio, trabajar, vivir en sociedad.
“Siempre debemos tener en cuenta la diversidad funcional visual de los pequeños; no obstante, no podemos tener miedo a que se caigan, impedir que conozcan otros espacios y lugares. Nosotros, que no somos ni ciegos, ni débiles visuales, muchas veces tropezamos y ¡hasta nos caemos al piso!”
Al X Congreso de la Unión de Jóvenes Comunistas —a efectuarse el mes próximo— Yanay asistirá como delegada por el municipio de Marianao, junto a otros dos representantes de la Universidad de Ciencias Pedagógicas Enrique José Varona y del Instituto Superior Politécnico José Antonio Echeverría (Cujae).
A propósito de la cita comentó que una tarea permanente de su comité de base es la atención al universo juvenil, teniendo en cuenta que, por las características del centro, la mayoría del colectivo son ya personas de experiencia.
“El comité de base trabaja directamente con los niños, participa en las asambleas de destacamentos, en los análisis sobre la marcha del curso escolar. Además, dirige la estructura adulta de la Organización de Pioneros José Martí (OPJM) y se inserta, desde el consejo de dirección, en las tareas de conjunto con el Partido y el sindicato.
“Organizamos matutinos, vespertinos, excursiones, acampadas, y en el orden docente contribuimos a la formación de los alumnos, quienes participan en los concursos de diferentes niveles y en otras actividades, pues nos regimos por los mismos programas y objetivos de la enseñanza general”.
Faltan pocos días para la cita de la juventud cubana, ¿cuáles son tus expectativas?
Es la primera vez que tengo la posibilidad de asistir a un congreso de la UJC, y pienso que el encuentro puede coadyuvar a transformar lo que sea necesario. Los jóvenes debemos dominar las nuevas tecnologías, fomentar el conocimiento de la historia patria, de la cultura. Solo entonces estaremos en condiciones de identificar lo bueno de lo malo, lo banal, lo superfluo.
Nuestra sociedad está cambiando y nosotros, como vanguardia de la juventud cubana, tenemos la responsabilidad de acompañar esos cambios, y unir a los jóvenes, sean o no militantes. La unidad es hoy una fortaleza para enfrentar el futuro.