La vida de Mariana Grajales, su firmeza maternal y patriótica en la lucha contra el colonialismo español, deviene motivación para asumir el compromiso de llevar a cabo un proyecto dirigido a la creación de un museo o sala que atesore la memoria y el protagonismo de la mujer cubana a lo largo de nuestra historia y en la sociedad.
Así quedó expresado durante un taller efectuado ese martes en la sede del Instituto de Historia de Cuba como parte de las actividades en ocasión del bicentenario de la irreductible heroína, nacida el 12 de julio de 1815, en la ciudad de Santiago de Cuba y fallecida el 27 de noviembre de 1893, en Kingston, Jamaica.
René González Barrios, presidente de la referida entidad, instó a acometer la convocatoria con el concurso de todas las instituciones, ministerios y organismos donde la mujer ha desempeñado un papel determinante en el proceso revolucionario y a trabajar de conjunto con la Oficina de Asuntos Históricos del Consejo de Estado y la Federación de Mujeres Cubanas.
Mediante un material audiovisual, la investigadora y escritora sobre temas y personalidades históricas, Adys Cupull Reyes, señaló que el retrato más exacto de Mariana Grajales –- madre de héroes y heroína ella misma- nos llega a través de los escritos que sobre ella hizo José Martí quien sentenció que fue la mujer que más ha movido su corazón.
De esa forma, el Héroe Nacional cubano se refería a la ternura con que ella educó a sus 14 hijos (de ellos 11 varones) para que tomaran el camino hacia la manigua insurrecta en pos de la libertad de Cuba, a la par de establecer, desde el hogar humilde, un paradigma excepcional de conducta ética y humana que provenía del seno de su familia y que supo trasmitirle a su prole.
Estuvo casada con Fructuoso Regüeiferos, con quien tuvo cuatro hijos. Al enviudar contrajo matrimonio con Marcos Maceo, padre de próceres como José y Antonio, quien llegó a ocupar el cargo de Lugarteniente General del Ejército Libertador.
Cupull Reyes destacó, el comandante guerrillero Ernesto Che Guevara sin haber venido a Cuba y a raíz de los preparativos de la expedición del yate Granma en 1956, en México, para iniciar la lucha revolucionaria en las montañas de la Isla, le escribió a su madre en Argentina y le habló de la entereza y el valor de Mariana Grajales.
Raúl Rodríguez La O, historiador, investigador y periodista, se refirió al intenso espionaje del que ella fue objeto durante su exilio en Jamaica y de cómo inútilmente los colonialistas españoles a través de fuentes consulares trataron de persuadirla para que influyera entre los cubanos con el fin de que abandonaran la lucha independentista.
Durante el conversatorio, estudiosos de la vida de Mariana Grajales, también se refirieron a su incorporación a los campamentos insurrectos en los campos de la región oriental de Cuba donde se encontraban sus hijos.
Los participantes en el taller coincidieron en la necesidad de incentivar el conocimiento de la vida y obra de muchas mujeres cubanas que durante aquella etapa emancipadora participaron junto a sus esposos e hijos como Lucía Iñiguez, madre del general Calixto García, Ana de Quesada, esposa de Carlos Manuel de Céspedes, el Padre de la Patria y Amalia Simoni, compañera inseparable de Ignacio Agramonte, entre otras.
Asela de los Santos, destacada combatiente contra la dictadura de Fulgencio Batista (1952-1958), significó la participación de las féminas en el clandestinaje y señaló que ellas fueron factor decisivo para que la Revolución Cubana alcanzara su triunfo en menos tiempo .
Acerca del autor
Graduado de Licenciatura en Periodismo, en 1976, en la Universidad de La Habana. Hizo el servicio social en el periódico Victoria, del municipio especial isla de la Juventud, durante dos años.
Desde 1978 labora en el periódico Trabajadores como reportero y atiende, desde 1981 temas relacionados con la industria sideromecánica. Obtuvo premio en el concurso Primero de Mayo en 1999 y en la edición de 2009. Es coautor del libro Madera de Héroes.