Por René Camilo García Rivera, estudiante de Periodismo
Primavera en Millwake, estado norteamericano de Winsconsin. Dontre Hamilton vaga por la ciudad con el caminar errático de los esquizofrénicos. El hombre de 31 años vive su delirio silencioso cuando alguien lo percibe remolonear en la oscuridad. Avisa a la policía y el oficial Christopher Manney acude como un relámpago. Un par de minutos después se escuchan 14 disparos. Es apenas otro negro caído a manos de las autoridades, inspiración para nuevas protestas, y otro agente absuelto por la justicia norteamericana.
A un año de los sucesos, miles de mujeres que han perdido a sus hijos víctimas de la brutalidad policial marcharon este sábado en las calles de Washington. Las convocó la organización Madres Unidas por la Justicia, grupo fundado por María Hamilton, progenitora de Dontre.
La protesta coincidió con el primer aniversario del funeral del joven asesinado en Milwakee y con la víspera del Día de las Madres, que en Estados Unidos también se celebra el segundo domingo de mayo.
Los recientes incidentes de Baltimore, donde los oficiales le rompieron a golpes la médula a un detenido —casualmente negro—, han levantado una ola de acciones como la promovida por la señora Hamilton.
Muchos conservadores en EE.UU. critican estas manifestaciones de repudio. Alegan que están basadas en peligros infundados, en exageraciones, mientras el FBI revela que los adolescentes negros tienen 21 veces más posibilidades de ser baleados que sus coetáneos blancos.
Al mismo tiempo, en México, la Red Nacional de Defensoras de Derechos Humanos organizó una movilización en el DF «en medio de la impunidad y la violación generalizada de derechos humanos y a pesar de la discriminación que sigue afectando a la mayoría de las mujeres, la desaparición forzada en México ha llevado a miles de madres, esposas, hermanas e hijas a emprender búsquedas incansables de sus seres queridos», informaron en un comunicado.
Ellas han «transformado el dolor en fortaleza y coraje, han protestado en las calles, se han reunido con autoridades de todos los niveles de gobierno, han impulsado nuevas leyes y, muchas veces, han llevado a cabo el trabajo de investigación que las autoridades se niegan a realizar», pero en pocas ocasiones han sido realmente escuchadas.