La voluntad del Estado cubano de alcanzar este año un crecimiento ligeramente superior al 4 % del producto interno bruto (PIB) toca muy directamente a los trabajadores metalúrgicos y de la electrónica, quienes este 24 de marzo celebran su día en recordación al natalicio del líder obrero Agapito Figueroa Barreras.
Por la misión que desempeñan en la creación de bienes y servicios a ellos les corresponde llevar adelante un grupo de tareas decisivas e insertadas en las políticas generales del Ministerio de Industrias, como son el reciclaje de materias primas, la producción de envases y embalajes, el reordenamiento y uso eficiente de las máquina-herramientas, junto al rescate de la política de mantenimiento y la cultura industrial.
Todas estas tareas tienen como premisa el análisis de cuánto puede hacerse para disminuir los costos, sin detrimento de la calidad. No se trata de producir a ultranza un determinado renglón, sino con el sentido de la rentabilidad económica.
Particular prioridad hay que brindarle también al cumplimiento de la ejecución física y financiera de las inversiones planificadas, por su importancia en la reducción de costos y elevación de la calidad de sus producciones.
En fecha reciente finalizó el proceso de asambleas para la presentación del plan y el presupuesto de la economía para el 2015 en cada centro laboral.
Los problemas de planificación y contratación que atrasan el arribo de materias primas, materiales y piezas de repuesto, junto a otras dificultades asociadas a la atención integral al trabajador, déficit en la transportación y la alimentación sobre todo en las actividades de máximo esfuerzo y el gasto de salario por peso de valor agregado, fueron algunas de las inquietudes planteadas por los trabajadores.
Como representante de los intereses del colectivo, al sindicato le corresponde fiscalizar y exigir el seguimiento de los acuerdos y planteamientos en esas reuniones, no solo para ofrecer una explicación, sino además con el ánimo de hallar soluciones favorables.
En el enfrentamiento al delito, las indisciplinas y las ilegalidades pasan por el conocimiento de las causas y condiciones que conllevan la ocurrencia de tales manifestaciones que tanto atentan contra los valores éticos y la imagen de los talleres y empresas, así como la adopción de medidas preventivas. Sin la participación real de los trabajadores no será posible cerrar filas en el combate contra ese flagelo, un aspecto relacionado con los Objetivos número 16 y 17 del movimiento sindical aprobado en su XX Congreso.
Para los hombres y mujeres de la metalurgia y la electrónica las estrategias están bien definidas en un sector llamado a mover a la economía.
Acerca del autor
Graduado de Licenciatura en Periodismo, en 1976, en la Universidad de La Habana. Hizo el servicio social en el periódico Victoria, del municipio especial isla de la Juventud, durante dos años.
Desde 1978 labora en el periódico Trabajadores como reportero y atiende, desde 1981 temas relacionados con la industria sideromecánica. Obtuvo premio en el concurso Primero de Mayo en 1999 y en la edición de 2009. Es coautor del libro Madera de Héroes.
Favor alguien me dice porque se escoge esta fecha como el dia del metalurgico
Hace falta más que la voluntad del «Estado cubano», para que los trabajadores metalúrgicos cumplan con la parte que les «toca muy directamente» en el crecimiento del PIB de nuestro país.
Hace falta el apoyo real, sistemático y concatenado de todas las ramas de la economía y dirigentes involucrados en este proceso. Los dirigentes a todos los niveles y en cada uno de los niveles de dirección deben cumplir y hacer cumplir los planes propuestos.
No puede ocurrir que se demore el pago a los trabajadores de una industria metalúrgica porque la Ministra de Trabajo y Seguridad Social no haya firmado no se qué autorización y mucho menos que esto se repita al otro año.
No puede suceder que «el país» compre un espectrofotómetro para uno de sus laboratorios y este no se pueda usar satisfactoriamente porque le faltaron accesorios que no se contrataron, o porque no se le dió participación al personal especializado (del laboratorio) en las negociaciones.
Hace falta planificar, teniendo en cuenta las fluctuaciones posibles de los precios en el mercado. Es muy bueno potenciar la producción nacional de materiales que emplean nuestras industrias y que hay que comprar en otros países; pero estudiando seriamente si el producto obtenido cumple las especificaciones de calidad requeridas, de lo contrario, la sustitución de importaciones resultaría -como remedio- peor que la emfermedad. Nuestros productos tienen que tener calidad.
Para mí, el hecho de que nuestro ministerio se llame ahora Ministerio de Industrias -como cuando nació con el Che-, es motivo de orgullo… Pero sería bueno que el nuevo ministerio contara cada vez más con sus trabajadores (dueños de cada centro de trabajo); que no solo se «presentara el plan y el presupuesto de la economía para el 2015 en cada centro laboral», sino que se discutiera de verdad con los obreros, que cada uno -con la experiencia que tiene en su puesto de trabajo- proporcionara los elementos necesarios para decidir dónde se puede ahorrar más y dónde hacen falta las mejoras más oportunas.
Cada trabajador, desde el que ocupa el puesto más olvidado hasta el ministro, debe convertirse en un bastión en el enfrentamiento al delito, las indisciplinas y las ilegalidades y no descanzar hasta eliminar «las causas y condiciones que conllevan la ocurrencia de tales manifestaciones que tanto atentan contra los valores éticos y la imagen de los talleres y empresas».