Por Yasel Toledo Garnache
Lo conocimos por fotos, imágenes televisivas y periódicos que hablaban de cinco hombres tras barrotes.
Héroe, Patriota…, lo llamábamos en varias partes del planeta. El 28 de febrero del 2014, pisó otra vez suelo cubano, después de ser liberado, un día antes, en la prisión de Safford, en Arizona.
Fernando González Llort, Héroe de la República de Cuba, visita Granma desde el viernes, 21 de marzo. El entusiasmo por conocerlo e intercambiar circula por las venas de los pobladores de esta parte del país.
Él camina por las calles, saluda, intercambia palabras y sigue. A veces, se detiene para conversar o entra a establecimientos como un salón de limpiabotas, en el paseo bayamés de General García, donde Roberto Piñeiro, con más de 20 años de experiencia en esa labor, le lustró los zapatos. “Me siento nervioso, esto es lo más grande del mundo”, confesó el señor mientras le daba los últimos retoques.
Otras personas se le acercan, como Ada Sánchez, de 79 años, quien dijo: “Yo pedía por usted en la iglesia”.
La Asamblea Provincial del Poder Popular le otorgó la distinción de Huésped Ilustre de Granma.
“Lo que se hace de forma individual no tiene significado si no se mira al colectivo. Recibo esto como los Cinco, no de manera personal”, dijo González Llort.
El Héroe llega hasta sitios históricos, centros educacionales y de Salud en varios municipios, dialoga con estudiantes, profesores y otros trabajadores… Las muestras de agradecimiento y admiración adquieren formas de música, canciones, abrazos… Algunos guardan los momentos en fotos.
En la Unidad Empresarial de Base (Ueb) Mathisa Granma, donde se producen las almohadillas sanitarias que se distribuyen en la región oriental del país, se interesó por el origen y distribución de las materias primas, el costo de producción, la cantidad de trabajadores y las proyecciones para nuevas inversiones.
Luis Alonso, director de la entidad, le explicó cómo ocurre el flujo productivo en la fábrica, así como los desvelos que mantienen para lograr productos que satisfagan la necesidad del cliente.
En el Monumento Nacional La Demajagua, donde Carlos Manuel de Céspedes liberó a sus esclavos y convocó a la lucha por la independencia del país el 10 de octubre de 1868, expresó: “Uno se emociona aquí, porque imagina aquel momento fundador. Este es un lugar que cada cubano debiera visitar al menos una vez”.
Allí escuchó con atención las palabras de César Martín, director, quien rememoró acontecimientos: “¡Mírelo, mírelo, ahí está el Padre de todos los cubanos!, y los 53 esclavos y los patriotas que llegaron desde el día antes”, decía y señalaba un punto cerca de donde hoy se encuentra la rueda dentada, testigo de aquel día y de los trabajos en el entonces ingenio.
Compartió también con pobladores de esa comunidad, en el municipio de Manzanillo, respondió preguntas y agradeció por cuanto contribuyó el pueblo a su regreso y al de sus cuatro hermanos.
En la Facultad de Ciencias Médicas Celia Sánchez Manduley, estudiantes y profesores lo esperaban.
“Usted es ejemplo de inspiración para millones de personas. Esta universidad es y será fragua de jóvenes revolucionarios, que aman, sueñan y construyen, dijo Orlando Núñez Suárez, presidente de la Federación Estudiantil Universitaria en ese centro educacional.
El brasileño Jardson Batista De Oliveira, de quinto año de Medicina, manifestó: “Es un privilegio compartir con un héroe” y agradeció la posibilidad de formarse como profesional en la nación”.
Las preguntas se sucedían unas a otras. Fernando respondía con tranquilidad y relataba episodios del tiempo tras barrotes. Contó que con pedazos de pan, pasta de diente y café hicieron dados para jugar y combatir el estrés, pero “nos registraron la celda y hasta quisieron ponernos un reporte disciplinario, pero bajo protesta no firmamos el papel”.
Casi al final, sugirió a los presentes estudiar la historia siempre, porque “ese es nuestro escudo. Sean martianos profundos y no olviden jamás las esencias de este país”.
La niña Talía Ramírez Pacheco, de 11 años y estudiante de música, interpretó con el violín una pieza que compuso especialmente para Los Cinco.
El luchador antiterrorista estuvo, además, en el Conjunto escultórico, erigido a Celia Sánchez Manduley, principal activista del Movimiento 26 de Julio en la zona de la costa de Granma durante la fase previa y primeros años de la última guerra de independencia. Observó la exposición “Celia de todos los tiempos”, compuesta por fotografías de quien también es conocida como la Heroína de la sierra y el llano e intercambió con pobladores.
En el museo de luchas obreras, también en ese territorio, se interesó por la vida de Paquito Rosales Benítez, de origen tabaquero y primer alcalde comunista de Cuba, impulsor de mejoras sociales en Manzanillo durante parte de la etapa Neocolonial, a pesar de la falta de apoyo del gobierno.
Fernando, liberado el 27 de febrero del 2014 en la cárcel de Arizona, Estados Unidos, también visitó el monumento erigido en homenaje a José Martí, en Dos Ríos, la casa natal de Carlos Manuel de Céspedes, y Las Coloradas, por donde desembarcaron los 82 expedicionarios del yate Granma el 2 de diciembre de 1956.
Quizá jamás se vaya de esta tierra de tanta historia y heroísmo. Su presencia seguirá en recuerdos, videos, imágenes y anécdotas del pueblo granmense.