La decisión tomada por la Comisión Nacional de Baloncesto fue correcta: resultaba innecesario trasladar a Guantánamo hasta la capital del país para que los orientales fuesen vapuleados por los jugadores de Artemisa.
Así, los artemiseños pasaron automáticamente a ocupar la tercera plaza de la Liga Superior de Baloncesto (LSB) 2015, dejando definidos los duelos de semifinales, etapa que iniciará a partir del próximo 10 de marzo.
Entre los hombres los boletos a la gran final serán disputados en las series entre Capitalinos contra Santiago de Cuba, y la que protagonizarán Artemisa y Ciego de Ávila, las cuales están pactadas al mejor en cinco choques e iniciarán por los patios de los peor ubicados en la fase regular, a saber: santiagueros y artemiseños.
En el caso de los habaneros, luego de cuatro contundentes victorias sobre Santiago en la etapa clasificatoria, pocos apuestan hoy en su contra. Capitalinos es el plantel más sólido de los vistos sobre la cancha en esta temporada: terminó invicto, está por encima de la media en todos los aspectos de la LSB, es el segundo equipo que más anota (2057 puntos, con un partido de menos) y el que menos permite.
Sin embargo, Santiago presenta excelentes credenciales también: máximos anotadores (2341), un trío ofensivo integrado por Esteban Martínez (segundo anotador de la LSB, 19 puntos por partido), Javier Justiz y Eddy Nelson Echevarría y los deseos de regresar a la élite del baloncesto cubano.
Aún así, con los santiagueros quedan las dudas. A pesar de un arranque fabuloso y de mantenerse en la segunda plaza durante casi todo el certamen, en las postrimerías fueron enviados al cuarto puesto por Artemisa, y ello les obliga hoy a jugar contra Capitalinos. En realidad, los orientales no consiguieron hacerse justicia frente a los Azules, quienes no solo frenaron la desbordada ofensiva santiaguera, sino que además eclipsaron a Justiz, jugador estrella de la plantilla indómita.
Por ello, si fuese necesario señalar a un favorito, las miradas recaerían obligatoriamente sobre Capitalinos. Si preguntan más, en un desenlace que no debe superar los cuatro partidos, si es que llegan a tantos.
La otra cara de la moneda es la semifinal entre Artemisa y los Búfalos avileños. Mucha más nivelada, con menos espacio para las predicciones y con toda la historia sobre los hombros de los jugadores de Ciego; toda la historia y ocho campeonatos en la última década.
En la serie particular de este 2015, los Búfalos consiguieron doblegar a los occidentales en tres de cuatro salidas, por lo que los números les favorecen indiscutiblemente. Además, un punto esencial en cualquier análisis es que los avileños han estado presentes en todos los play off desde su entrada como equipo a la LSB hace ya una década, Artemisa es la primera vez que consigue incluirse entre los cuatro grandes del basket en Cuba.
A pesar de ello, los artemiseños han demostrado un carácter envidiable sobre la cancha y son el único equipo que ha podido derrotar a los Capitalinos en los últimos 37 partidos que han disputado los habaneros. Su principal arma estará en lo que haga Osmel Oliva, máximo anotador de la LSB 2015 (21 puntos por juego) a pesar de su condición de base organizador de los suyos.
Bien visto, Artemisa ya ha cumplido con creces: terceros de la Liga, cifras por encima de la media del torneo y hombres entre los líderes del certamen. Nada mal para una provincia que apenas tiene cuatro años de fundada.
Ello no significa que debería conformarse. Para ser francos, sería iluso pensar que Artemisa, hoy, puede derrotar a los Búfalos; pero el espectáculo entre ambos estará garantizado.
Por Ciego, más allá de su habitual sangre fría para estas instancias, vale destacar el trabajo realizado por sus jugadores y el cuerpo de dirección al planificar una temporada a la que llegaron diezmados en hombres. La visión de su entrenador Jesús Martos siempre fue incluirse entre los cuatro primeros, evitar el cruce con Capitalinos y preservar a sus figuras para el play off. A la luz de los acontecimientos, solo resta aplaudir su visión.
Al parecer, una vez más, el camino de las semifinales se perfila para favorecer el gran clásico contemporáneo del baloncesto en Cuba: Capitalinos vs. Ciego de Ávila, un duelo cargado de pasiones y que siempre huele a revancha.