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Defender las identidades, lo original, las tradiciones, las esencias y las características propias de las naciones y sobre todo de la cubana que tantas riquezas tiene, fue el llamado que hizo el arquitecto mexicano Javier Villalobos Jaramillo, en la ciudad de Camagüey durante una conferencia que impartió sobre el turismo patrimonial.
“Estamos en un momento de fragilidad impresionante, donde la economía no sustenta todo el gasto que conlleva un hotel, por eso creo que sería muy bueno que no cometieran los mismos errores que los mexicanos y piensen bien antes de construir grandes instalaciones hoteleras”, aseveró el arquitecto.
Y es que aunque en México hay mucha riqueza tradicional y se preservan varias lenguas indígenas y edificaciones, cada día el patrimonio se destruye o algo se demuele; la arquitectura popular se pierde y solo queda la iglesia, espacio sagrado que incluso algunos sacerdotes alteran; la conciencia desaparece y la historia se afecta.
“El turismo trae riquezas y abundancias pero, desgraciadamente, eso no ha servido para que se tome conciencia y se preserven los valores. En mi país parece que la gente hace lo quiere: sacan las mesas a la calle y empiezan a vender lo que sea sin cumplir con las normas y sin percatarse de que es una plaza vieja”, apuntó Villalobos, quien considera que en ese sentido los cubanos son más respetuosos con la ley.
La manera de valorar un país es desde su historia, desde la conservación de ella y si solo se analizan los números y los más de 25 millones de turistas que arribaron a México en fechas pasadas con ingresos de más de 14 mil 400 millones de dólares, pues entonces no se logrará un turismo patrimonial que piense en ese patrimonio y en esa historia que necesita subsistir como acotó Villalobos.
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