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Por: Gretel Rolle
La esperada antología de poesía cubana El árbol en la cumbre fue presentada en la sala José Lezama Lima por sus compiladores Roberto Manzano y Teresa Fornaris. A decir de Manzano, aparecen reunidos para mostrar un universo germinal y una pluralidad en las maneras de decir de quien escribe, desde una cumbre como es la tradición poética de la Isla.
En la presentación se esbozaron algunas de las líneas comunes de estos creadores, en los que la cotidianidad, la muerte, la crisis, la comunicación se vuelven zonas frecuentes. Se hizo énfasis, también, en que la amplitud no era solo temática, podían vivir en Baracoa o Australia, pero todos funcionan como «el termómetro de la poesía actual de Cuba» que ayudan a construir una imagen de la Cuba posible, del país propio, del horizonte humano actual.
Los antologadores no persiguen conformar un canon, pues Roberto Manzano está consciente de que solo el tiempo y el proceso mismo de la literatura son capaces de mostrar justamente quiénes son los poetas del mañana o quiénes quedarán solo apadrinados por este proyecto que nació, hace más de dos años, en las salas de la editorial Letras Cubanas.
Con este nuevo ejemplar se evidencia que la poesía no dejará de ser uno de los pilares artísticos más fuertes de la Isla. En él son reunidos creadores como Margarita Lozano, Leonardo Sarría, Susana Haug, Yunior Figueroa, Ariel López, Kiuder Yero, Thais Guillén, Carlos Riverón, entre otros muchos. Las palabras de estos poetas demuestran que la calidad artística de un texto no envejece, como no lo hace nuestra poesía, aún en «tiempos de prosa».
Con la promesa de un próximo encuentro el día 16 de febrero, en el centro Dulce María Loynaz, para hacer una lectura masiva de los poemas y un coloquio con los escritores noveles, en el marco del evento de Jóvenes Escritores Latinoamericanos, y con la oportunidad de llevar un ejemplar consigo, cerró la breve presentación.
Tomado de El Cañonazo
