La sala Ateneo de la más emblemática de las instituciones culturales cienfuegueras, el teatro Tomás Terry1, recientemente fue sede de un concierto de música de cámara “de lujo”. Me refiero a Salmo de llovizna, auspiciado por la Empresa provincial comercializadora de la música y los espectáculos, bajo la dirección general de la reconocida guitarrista Ariadna Cuéllar Pérez, en homenaje al artista de la plástica Jesús Lara Sotelo.
A pesar de la “competencia” de la presentación, ese mismo día, del popular cantante salvadoreño Álvaro Torres en el estadio 5 de Septiembre, numeroso público local —y extranjeros que visitan la Perla del Sur— colmó el centenario recinto para disfrutar de un acontecimiento irrepetible por la calidad artística de los grupos y solistas participantes, quienes interpretaron trabajosas piezas musicales compuestas por la Cuéllar, joven laureada en importantes certámenes nacionales e internacionales, quien se inspiró en obras pictóricas y literarias de Lara2, algunas en coautoría con este, tales como Salmo de llovizna, Concupiscencia y Verso Celeste.
Integrante del Dúo Concuerdas, junto con Michel Rodríguez —ambos graduados de Licenciatura en Música, en el Instituto Superior de Arte—, la destacada concertista estructuró un programa que se caracterizó, ante todo, por su dinámico y sostenido ritmo, amén del balanceado diseño del guion que permitió apreciar las talentosas actuaciones de figuras cienfuegueras igualmente relevantes como Mónica Gonzáles (violinista) en Archipiélago síquico I y II, y el coro Cantores de Cienfuegos —dirección general de Honey Moreira—, en una alucinante versión coral de Joel Ferrer Ruiz de la pieza Salmo de llovizna, dirigida por Lilian T. Pérez Fernández; además de la excelencia musical de la Orquesta de Guitarras Ensemble, conducida por el prestigioso maestro Rafael Gallardo, en las obras tituladas Concupiscencia y Homo Faber, esta última con el acompañamiento vocal del tenor holguinero Yunior Medrano.
Pocas veces se tiene la oportunidad de disfrutar de un repertorio de guitarra para música de cámara tan rico como el que se presentó en la sala Ateneo, donde Ariadna Cuéllar, Michel Rodríguez y Roberto Cano (concertista invitado de Villa Clara) y los muchachos de Ensemble proyectaron, tanto en los números asumidos por los solistas como por la orquesta, un ambiente musical íntimo y profundo, que evidenció sólido amor por la música; así como un desempeño profesional agudo en cada una de las ejecuciones.
La gala artística impresionó, asimismo, por la elegancia ceremonial del programa, en el que sobresalieron, además, las obras ejecutadas por Ariadna (Crepusculario) y el también solista guitarrista Roberto Cano (Domos Magicus y Vals Jesús y Geraldine); clímax acentuado con las actuaciones de la mesosoprano Ained Marín en otra versión de Salmo de llovizna, donde la conjunción de la limpia y cristalina voz de la cantante fue acompañada por la brillantez de la Cuéllar en el dominio de las cuerdas; labor en la que además resplandeció junto a Michel en el tema Trovador.
Lástima que la televisión local no pudo grabar este memorable encuentro que quedará inscripto en la historia del Terry como uno de los momentos más resplandecientes en sus 125 años de existencia, el cual posteriormente pudo haberse trasmitido en algunos de los espacios especializados de la pequeña pantalla, para disfrute de la teleaudiencia nacional. La lucidez de los diseños de escenografía —en lo que influyó el entorno arquitectónico del lugar—, y de las luces, amén de los elegantes vestuarios de los artistas, contó con el respaldo de una eficiente tecnología que permitió su amplificación sin perder las cualidades del sonido, en lo que a su color, nitidez y transparencia se refiere.
El notable trovador Lázaro García, en las palabras de presentación dijo que Salmo de llovizna fue un regalo de fin de año para la cultura y el pueblo cienfuegueros, no solo por la eficacia interpretativa de cada una de las figuras participantes, sino igualmente por el enjundioso trabajo de la Cuéllar en la recreación musical de algunos de los discursos pictóricos y literarios de Jesús Lara, “artista multifacético, no solo brillante por su amor por la música y por su agudísimo oído para ella, sino también como artífice de la plástica, la fotografía, la cerámica, el vídeo… está poseído por la pasión, por un frenesí poco común y digno de elogio…”, enfatizó Ariadna. Ciertamente, Lara es mucho Lara.
1 Teatro Tomas Terry. Monumento Nacional y Premio Nacional de Conservación. Su sala principal posee forma de herradura, con cuatro niveles. En la planta superior funciona la sala Ateneo. Es uno de los más elegantes edificios eclécticos de Cienfuegos. La edificación señorea el ambiente neoclásico del actual Parque Martí y estuvo lista en noviembre de 1889, pero su inauguración debió esperar hasta la noche del 12 de febrero de 1890.
2 Otros grandes músicos, como los maestros Frank Fernández, Jesús ortega, Eduardo Martín, Harold López Nussa, Boby Carcasés, Aldo López Gavilán y Pancho Amat, entre otros, han realizado composiciones inspiradas en la obra plástica de Jesús Lara.