El próximo miércoles 26 de noviembre se celebrará el Día del Economista y Contador Cubanos, en recordación al Comandante Ernesto Che Guevara, pues en esa misma fecha, en el año 1959, fue nombrado director del Banco Nacional de Cuba.
La ocasión resulta propicia para considerar una vez más el papel que les corresponde a los profesionales de esas dos importantes especialidades, en el empeño de actualizar el modelo económico y materializar los Lineamientos aprobados en el VI Congreso del Partido, los que tienen el propósito de garantizar el fortalecimiento del socialismo, con prosperidad y sostenibilidad.
Nunca antes en la historia de la nación el aporte de quienes se dedican a esos perfiles ha resultado tan importante. El momento marca un antes y un después y adquiere carácter definitorio y estratégico, pues de lo que se logre dependerá en gran medida el futuro del país.
Resulta imprescindible remitirse al VII Congreso de la Asociación Nacional de Economistas y Contadores de Cuba (Anec), efectuado en junio del 2013 en el Palacio de Convenciones. En él se presentaron más de 200 ponencias que estudiaron problemas concretos existentes en la economía cubana e hicieron sugerencias para solucionarlos. Vale preguntar entonces: ¿Han sido tomadas en cuenta en cada uno de los sectores implicados?
Pienso en ese sentido, que aún deben escucharse más las opiniones de los economistas y contadores, tanto de los académicos que realizan investigaciones y hacen recomendaciones, como de los que están en las empresas y centros laborales.
No constituye un secreto, pues ha sido reiteradamente señalado, que no siempre los equipos económico-contables tienen el respaldo y la consideración merecidas en las entidades. Se prioriza, por encima de la labor que les corresponde ejecutar, todo lo relacionado con la producción o los servicios, según el caso, y en no pocos lugares permanecen como “la quinta rueda del carro”.
En los últimos tiempos, al parecer por el “sonido de las campanas del tiempo”, esas especialidades han tenido mayor aceptación por los jóvenes a la hora de elegir carreras universitarias, pero es cierto también que el éxodo de los profesionales hacia otros perfiles es cada vez más notable, debido a la desmotivación que provoca, precisamente, no sentirse atendidos y considerados como tanto se merecen.
En quienes se dedican al mundo económico, el país tiene una fortaleza que debe ser aún mejor aprovechada. No debe tenerse duda alguna, los economistas y contadores además de valiosos, son imprescindibles.
No es difícil encontrar a directores de empresas, incluso de las que están en el sistema de perfeccionamiento, que no conocen casi nada de economía y que tampoco se interesan mucho por ella. Como “tabla salvadora” —muy eficaz, por cierto— han devenido los diplomados que se imparten en la Escuela Superior de Cuadros del Estado y en las escuelas provinciales del Partido sobre Administración Pública y Dirección y Gestión Empresarial, con el propósito de elevar el nivel profesional, el desempeño en el cargo y la preparación para generar el cambio de mentalidad que se necesita. No obstante, el dominio de tan importantes aspectos no se logra solo con cursos, sino con una actitud y atención conscientes y un interés marcado por aprender cada vez más, vinculando de manera adecuada la teoría con la práctica cotidiana.
La vida ha impuesto a los cubanos mirar la economía y la contabilidad con mayor respeto y no solo como una cuestión de números y registros. Por eso, el mejor homenaje a quienes se dedican a esas especialidades, en cualquier esfera o estructura, no debe ceñirse solamente a un simple acto de reconocimiento o una actividad festiva, sino a la consideración diaria de la labor que realizan y al respeto que debe brindárseles como eslabones esenciales en una sociedad empeñada en mejorar desde todos los puntos de vista.
También se hace imprescindible acudir al pensamiento económico de dos grandes personalidades de la Revolución: el Comandante Ernesto Che Guevara y el destacado intelectual Carlos Rafael Rodríguez. Ambos dejaron un amplio legado para la posteridad, no siempre tomado en cuenta como es debido.
Precisamente, el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz afirmó en una ocasión: “…Que el pensamiento económico del Che se conozca; se conozca aquí, se conozca en América Latina, se conozca en el mundo: en el mundo capitalista desarrollado, en el Tercer Mundo, y en el mundo socialista”.
Acerca del autor
Graduado de Profesor de Educación General en el Instituto Superior Pedagógico Félix Varela, de Villa Clara, Cuba (1979). Ha laborado en la Revista Juventud Técnica, semanario En Guardia, órgano del Ejército Central, periódicos Escambray, CINCO de Septiembre y Granma. Desde el año 2007 es corresponsal de Trabajadores en la provincia de Cienfuegos. Está especializado en temas económicos y agropecuarios. En 1999 acompañó en funciones periodísticas a la segunda Brigada Médica Cubana que llegó a Honduras después del paso del huracán Mitch. Publicó el libro Verdades sin puerto (Editorial cubana MECENAS). Ha estado en otras tres ocasiones en esa nación centroamericana, en funciones periodísticas, impartiendo conferencias a estudiantes universitarios, asesorando medios de comunicación e impartiendo cursos-talleres sobre actualización periodística a periodistas y comunicadores. Multipremiado en premios y concursos internacionales, nacionales y provinciales de Periodismo. Fue merecedor del Premio Provincial Periodístico Manuel Hurtado del Valle (Cienfuegos) por la Obra de la Vida – 2012. Le fue conferido el Sello de Laureado, otorgado por el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Cultura (SNTC). Mantiene evaluación profesional de Excepcional.