En Holguín se trabaja en pos de restablecer el orden y restaurar los parques, los cuales constituyen símbolos de esta ciudad y han sufrido las afectaciones ocasionadas por las indisciplinas sociales, la desidia y el paso del tiempo. Muchos holguineros expresaron su preocupación por lo que venía sucediendo en varios de estos espacios públicos, sobre todo con los bancos dañados y retirados, hechos denunciados en la edición del 21 de julio de este semanario.
Ante esta realidad, la dirección de Servicios Comunales, encargada de su atención, determinó restituir los asientos en los lugares donde fueron retirados, menos en el caso del paseo del estadio, que por sus características se analiza la conveniencia de hacerlo o no.
Los amantes de la lectura y el intercambio pueden volver a sentarse en la plaza cultural El Quijote y rendirle homenaje a Miguel de Cervantes, porque quedaron restablecidos los 16 bancos, ahora de mármol y con mejor sujeción, así como el sistema de iluminación.
Otro tanto sucede en el parque Manuel Hidalgo, que da inicio a la avenida de Los Libertadores y donde se repusieron los asientos metálicos del tipo colonial, pero con mejor anclaje para evitar que sean arrancados. No obstante, es necesario seguir alertas y reforzar la vigilancia en el horario nocturno, cuando los malhechores han llegado a agredir a los custodios para cometer sus fechorías, refirió al respecto Arturo Oliva Díaz, jardinero de El Quijote.
“Yo no sé lo que anda por el mundo, antes la gente era respetuosa y no se llevaba nada, ahora te gritan improperios y te tiran piedras, lo mismo para romper una luminaria que para amenazarte y llevársela”, precisó Arturo, con más de 20 años en estos menesteres.
Cuidar parques, además de riesgoso, resulta poco atractivo en la actualidad, porque se trabaja de noche, bajo las inclemencias del tiempo y por un salario de 265 pesos, apuntó Wilder Aguilera Borrego, jefe del Departamento de Mobiliario Urbano de Servicios Comunales. Entre los trabajos sobresale la reconstrucción general del parque Carlos Manuel de Céspedes o San José, con apego a sus características originales, es decir, pisos de losas de barro, jardineras de ladrillos de sardinel, bancos y lámparas coloniales.
En la base de la Loma de la Cruz, contiguo al anfiteatro, se concluyó el parque de las esculturas, un proyecto artístico que está encaminado al montaje de este tipo de obras, tanto de autores holguineros como de otros territorios. El parque infantil Rubén Bravo está sometido a una reparación capital, que comprende la sustitución de canales, columpios y demás equipos en mal estado, y la adición de áreas de expo-venta de peces y aves ornamentales y una cafetería.
Se labora también en la fundición de nuevos pisos y aceras de hormigón en los parques Julio Grave de Peralta (Las Flores) y José Martí. En el caso de este último está programado restaurar las imágenes de los próceres situadas en el mural del fondo. El Parque de los Tiempos, —un proyecto cultural del pintor Cosme Proenza—, que estuvo paralizado por diferentes causas desde hace varios años, se reinició felizmente su reparación con el montaje de las estructuras metálicas que servirán de soporte a las esculturas.
La ejecución de la parte artística de esta plaza, que llevará tres arcos hechos de ferrocemento, los cuales representan el pasado, presente y futuro, y esculturas en las fuentes interiores, está a cargo de los escultores César Sánchez Ramírez y Silvio Pérez Carralero.
Son obras que enaltecen a Holguín y la reafirman como la Ciudad de los Parques, las cuales demandan la concertación de esfuerzos de todos los organismos de protección y los encargados de su atención, así como de la población en general, para evitar hechos vandálicos.