José Millet reside en calle 22, no. 17 (altos) e/ 25 y 27, reparto Pueblo Nuevo, Holguín, y plantea:
“El 2 de diciembre entregué un teléfono Panasonic al taller de reparaciones de Etecsa, sucursal de Holguín, para que le repararan teclas que no funcionaban bien e impedían el discado.
“El día 11 me entregaron el equipo acompañado de un documento con dictamen técnico de daño en su ‘placa’, que impedía reparar la avería, según me explicó la funcionaria que me lo entregó.
“Al llegar a casa lo instalé con la cablería habitual y descubrí que me lo dejaron inservible. No recibe llamadas como lo hacía antes de entregarlo para su reparación en el taller.
“Es evidente que me lo dañaron y demando la solución mediante la reposición de un equipo, aunque sea de uso, semejante (quiero decir, no igual en marca) al ingresado.
“Tengo 75 años y gracias a ese equipo me comunicaba con mi hijo enfermo, el resto de la familia, amistades y colegas radicados en Cuba y en otros países, como hacía habitualmente”.