Marialys Baute Hernández, es licenciada en Economía, tiene 28 años y es madre de un niño de tres, reside en la comunidad conocida como Crucero de La Leña, en el consejo popular Pueblo Nuevo del municipio de Consolación del Sur, ella ha visto en los últimos meses transformarse su entorno familiar.
Y no es la única, otros 23 rabajadores de la granja avícola 28 de enero comparten sus vivencias, y es que el incremento salarial de 2800 pesos a más de 17 000 “te cambia la vida, ya puedes comprar más cosas, vivir mejor.”
Cadenas para bien
Mediante el encadenamiento productivo con el Grupo Empresarial Tabacuba lograron revertir sus indicadores económicos de puestas de cinco huevos por cada 100 gallinas, elevaron ese indicador a 70, asegura Carlos Rodríguez Cabrera, jefe del colectivo laboral.
La instalación es una de las dos en el país que cuenta con un sistema automatizado, lo que permite regular la temperatura de la nave y los comederos se desplazan constantemente frente a las aves, su potencial, con una masa en su momento óptimo de producción, es superior a 90.
No obstante, ese resultado se considera muy favorable, porque en el momento que establecieron el convenio las aves ya superaban los 12 meses de vida, que es el período en que comienza la decadencia, puntualizó Rodríguez Cabrera.
Para el reemplazo de la masa Tabacuba está en fase de coordinación de otro encadenamiento, con un centro especializado en la reproducción.
La creación del colectivo les posibilita hacer un mejor aprovechamiento de la fuerza laboral, al respecto Baute Hernández explica “aquí todos somos operarios de nave, incluido el administrador, y aunque realicemos otras funciones, estamos directo a la producción.”
Dentro del colectivo hay 11 mujeres, la edad promedio es de 47 años.
La génesis
Víctor Fidel Hernández Pérez, especialista de la representación del Grupo tabacalero en Pinar del Río, explica que la idea inicial era recuperar una antigua escuela al campo y transformarla en granja, pero a partir de las capacidades instaladas en el territorio y la baja disponibilidad de pienso de la Empresa Avícola optaron por este encadenamiento en el que ellos aseguran el alimento.
Con menos de un semestre en vigor, los beneficios son notables para ambas partes, pues impactó en la reducción de los costos en los comedores obreros del sector tabacalero y les ha permitido realizar venta de huevos, como parte del reforzamiento alimentario que aseguran a sus trabajadores en todo el país.
Acota que tienen un índice de conversión de 170 gramos de pienso por huevo.
En casa
Marino Murillo Jorge, presidente del Grupo Empresarial Tabacuba, precisa que dentro del esquema de financiamiento conciben un presupuesto de seis millones de dólares para la alimentación, y que carecen de asignación dentro del balance nacional, todo lo que se consume en los comedores y venden a los trabajadores en centros que no disponen de estos, deben comprarlo y muchas veces importarlo.
Con este encadenamiento, el costo del huevo se reduce a la mitad de lo que implica adquirirlo en el mercado internacional, y se reactivó una granja que estaba subutilizada, puntualiza que en la concertación del precio se tuvo en cuenta que alrededor del 50 por ciento de la cadena de valor se quedara en los productores.
Incluyeron, además, un beneficio para la Empresa que asume la transportación a todo el país, de 0.30 centavos por unidad, señala que se benefician todos los que intervienen en el proceso, lo que es un principio básico de este tipo de asociaciones en las que las ventajas económicas han de ser equitativas.
Incrementar estos vínculos forma parte de la agenda, pero “no a toda costa ni a todo costo, porque en economía nada se regala.”
A replicar
Esta experiencia de colocar financiamiento en centros de producción nacional es una manera de revitalizar la economía de forma gradual, reducir importaciones y crear pequeñas islas de bonanza desde las cuales irradiar la esperanza de que la recuperación es posible.
Acerca del autor
Licenciada en Periodismo (1995 Universidad de Oriente). Trabajó como periodista en Tele Cristal (Holguín) hasta marzo del 2003, directora y guionista de televisión.
Periodista del semanario Guerrillero (Pinar del Río) desde mayo del 2003 hasta la actualidad, corresponsal del semanario Trabajadores en esa provincia desde septiembre del 2020.
Creadora audiovisual y cinematográfica independiente.