La estrategia de desarrollo sobre bases agroecológicas y economía circular que por estos tiempos se aplica en el municipio Martí, de Matanzas, incluye programas que favorecen la inclusión de las mujeres en la vida socio-productiva del territorio.
Desde los procesos de dirección, hasta los netamente productivos, pasando además por los organizativos e investigativos, intervienen féminas que al descubrir las oportunidades que ofrece cada proyecto local despliegan el espíritu emprendedor como gestoras de su futuro.
Dentro del paquete de trabajos que fomentan la participación y liderazgo de mujeres y jóvenes martienses sobresalen las labores agropecuarias en fincas familiares o no; la elaboración de condimentos y alimentos en conserva; el agroturismo; la operación de equipos que generan energía a través de fuentes renovables y las acciones de conservación medioambiental.
Ejemplos como el de la finca Los Melones, una de las diez que contribuyen al autoabastecimiento alimentario del municipio, demuestran que es posible el Programa Nacional para el Adelanto de las Mujeres en el medio rural.
“En nuestra finca familiar trabajamos mano a mano mi hija, mi esposo y yo, nos encargamos de la agricultura ecológica y la cría de animales como gallinas ponedoras, cerdos y tilapia”, dijo la ingeniera agrónoma Limay Martínez, esposa de Javier Fall Vera, productor y propietario de Los Melones.
“Ahora queremos que este terreno sea también un espacio para el turismo rural”, agregó.
Esta última idea, aprobada ya por el Consejo de Administración Municipal, surgió tras intercambio en que participaron Limay y su hija Laritza con un grupo de mujeres de su municipio y de otras diez provincias cubanas.
Pero la finca Los Melones está, además, dentro de las que tributan con sus producciones agroecológicas a la minindustria Bibanasí, proyecto de desarrollo local liderado por Yidka Méndez, otra de las mujeres emprendedoras y empoderadas de Martí.
Bibanasí produce harina de yuca -media tonelada cada semana, un alimento esencial para la dieta de los niños que padecen la enfermedad celíaca, ya que precisan que sus alimentos sean libres de gluten, proteína que se encuentra en los productos que contienen trigo, cebada o centeno.
Y también a la comercialización de condimentos, vinagre, pulpa de frutas, pasta de tomate, entre otros alimentos, la minindustria Bibanasí une la promoción del aprovechamiento de los residuos de la yuca para la producción de alimento animal. Una estrategia que responde a los principios de la economía circular. (Radio 26)