¡Preparados y alertas! En las últimas cuatro semanas esta ha sido frase recurrente en los medios de comunicación oficiales cubanos… y entre la población.
Primero fue Oscar, le siguió Rafael y el domingo 10 de noviembre, solo medió casi una hora de diferencia entre los sismos que con magnitud de 6.0 (premonitor) y 6.7 grados en la escala de Richter, tuvieron su epicentro a unos 48 kilómetros del municipio granmense de Pilón.
Las consecuencias de todos esos fenómenos naturales siguen generando mucha información. No pasa día sin que conozcamos una historia de vida que nos aprieta el corazón o nos hace sentir orgullo por tantos ejemplos de entregas sin lí- mites. Pero, y siempre existe, tampoco han faltado los pagados para hacer circular falsos avisos con el malsano objetivo de que, al menos, cunda el pánico. ¿Recuerdan la supuesta ruptura de la cortina de una presa en Guantánamo y los dos rumores de tsunami para esta provincia y en Granma? Rápidamente fueron desmontadas tales patrañas, sobre todo por las máximas autoridades y periodistas de los medios territoriales y provinciales para quienes no faltaron las vías con tal de desmentir y traer tranquilidad a la gente.
Y en este punto quiero detenerme para reiterar algunos detalles expuestos por especialistas del Servicio Sismológico Nacional (SSN), del Centro Nacional de Investigaciones Sismológicas (Cenais), en entrevistas concedidas a medios provinciales y nacionales acerca de los dos terremotos de moderada magnitud que “ya marcan pautas en la historia de la sismología cubana” y que según el parte del SSN hasta el sábado último, habían provocado 3 mil 648 réplicas, presumiblemente unas 97 perceptibles.
Dr. C. Enrique Diego Arango Arias, jefe del SSN y vicedirector técnico del Cenais: “Se está divulgando mucha información falsa, con mala intención, en las redes sociales, por eso la población debe mantenerse informada por los medios de comunicación y canales oficiales”.
Dr. C. Grisell Morejón Blanco, directora del Cenais: “Las fuertes sacudidas del pasado domingo también han demostrado la importancia de la comunicación oportuna por los canales adecuados, en momentos de crisis y pánico como estos”.
Ingeniero Eberto Hernández Suró, sismólogo con más de tres décadas estudiando la actividad sísmica en el país: “El pronóstico de terremotos sigue siendo un desafío para la ciencia (…) La preparación es la mejor estrategia para enfrentar estos fenómenos naturales.
“Los recientes temblores (…) para nada están relacionados con la actividad humana. La comunidad científica concuerda en que los movimientos de las placas tectónicas son la principal causa (…) y que factores externos, como los huracanes recientes, no tienen influencia en la generación de los sismos. Cualquier coincidencia con otros eventos naturales es simplemente eso: una coincidencia”.
Ciencia e información transparente Dr. C. Arango Arias: “La actual actividad sísmica está ocurriendo solo en Granma, es absolutamente falso que exista la alerta de un sismo de gran intensidad para la ciudad de Santiago de Cuba; los terremotos no se pueden predecir en corto o mediano plazo. El SSN redobla la vigilancia en tiempo real desde las 24 estaciones sismológicas existentes en el país, interconectadas con instituciones de Estados Unidos y Canadá (…).
“Nunca habíamos registrado dos terremotos fuertes, de más de seis grados de magnitud, seguidos. El sismo de 6.7 del domingo 10 de noviembre es el que mayores afectaciones ha provocado en las zonas cercanas al epicentro desde la época revolucionaria. Este es el segundo evento de mayor magnitud registrado en Cuba en los últimos 30 años; el más fuerte tuvo lugar el 25 de mayo de 1992, con una magnitud de 6.9 en la escala de Richter”.
Sobre las réplicas, el sismólogo Hernández Suró:“Es común que se produzcan en las áreas donde ocurre un sismo principal. Son eventos adicionales de menor magnitud y el resultado del reacomodamiento de las estructuras en el interior de la Tierra tras la fracturación de la roca durante el evento inicial. Su impacto en la población es generalmente bajo. La percepción de estos eventos depende no solo de su magnitud, sino también de factores como la cercanía al epicentro y la posición de las personas en el momento del sismo, si está acostado, de pie… Es un período que puede durar días, semanas y meses.
“En los últimos años se ha observado un aumento en la actividad sísmica en la provincia (Granma). Sin embargo, este incremento en los registros no se debe necesariamente a una mayor sucesión de estos eventos, sino a un avance tecnológico significativo del SSN, lo cual permite registrar una gran cantidad de temblores que anteriormente pasaban desapercibidos”.
Construcciones sismorresistentes
Los daños en numerosas estructuras de obras sociales y viviendas por el efecto de los recientes seísmos evidencian no solo la magnitud sino que reafirman las orientaciones de cumplir las normas constructivas sismorresistentes vigentes en el país. Bibliografía consultada define a una edificación de ese tipo “cuando se diseña y construye con una adecuada configuración estructural, con componentes de dimensiones apropiadas y materiales con una proporción y resistencia suficientes para soportar la acción de fuerzas causadas por sismos frecuentes”.
El acero y la madera son los mejores y más comunes elementos resistentes a los terremotos y tienen una sustancial cualidad en común: su alta ductilidad, que es la capacidad del material de moverse y cambiar de forma sin romperse ni perder resistencia.
Dr. C. Arango Arias: “Se observó la vulnerabilidad de muchas viviendas construidas sobre suelos de lechos de río, que amplifican las ondas sísmicas, y edificadas con mampostería no reforzada y sin criterios sismorresistentes”.
Dr. C. Grisell Morejón Blanco: “Los daños reportados validan los estudios que hemos venido haciendo en los últimos años y demuestran la importancia de la construcción de edificaciones de hormigón armado, o de otros sistemas constructivos que empleen acero en las regiones con peligro de ser expuestas a sismos moderados o fuertes como en el oriente cubano”.
Enseñanzas y actualizaciones
Si bien la naturaleza nunca devela todos sus misterios, los recientes terremotos validan lo acuñado una y otra vez tanto por los científicos como las autoridades gubernamentales. Nunca sobrarán la preparación, y mucho menos la información oportuna y profesional, que deben marcar diferencias cuando se hable de robarles daños a los movimientos de la corteza terrestre.
El Cenais está ubicado en Santiago de Cuba y fue creado el 3 de febrero de 1992 para garantizar el monitoreo y el análisis de la actividad sísmica en la República de Cuba como sistema de alerta temprana de terremotos y tsunamis, tributando esa información a los organismos decisores del Estado.
Esta institución, adscrita a la Agencia de Energía Nuclear y Tecnología de Avanzada del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, dirige y opera la red de estaciones sismológicas del sistema nacional.