Cargando...Escuchar a Roknyk Ceballo Urquiola reafirma que cuando se confía en los jóvenes para asignarles responsabilidades nace en ellos el sentido de pertenencia; y un agradecimiento infinito, mostrado por él en varios momentos de su diálogo con un equipo de comunicación de Desafío.
Este muchacho es jefe de la Estación Comercial de Take-Off en Varadero; y simultáneamente el coordinador general en Cuba de la aerolínea canadiense Sunwing, la cual vuela a varios destinos vacacionales en el Caribe, México y Centroamérica.
Nos explicó que finalizaron 2023 trabajando con 17 aerolíneas, y que entre estas Sunwing fue en ese período la más representativa. Alcanzó un nivel de operaciones que superó las 1 300, lo que significa un salto importante en relación con el año 2022, siendo este comportamiento consecuente con la recuperación del mercado canadiense en la etapa post-pandémica, como se lo habían propuesto.
Con tan alto nivel de especialización que ambas actividades requieren, no es casual que nos preguntemos: ¿cómo puede este joven asumirlas?. Es un reto permanente, según nos dijo. “Varadero es un aeropuerto de categoría A. Trabaja las 24 horas y tenemos supervisores que todo el tiempo están haciendo lo que les corresponde. Estamos de manera permanente atendiendo todo lo relativo a lo que ocurre en el recinto, como nos pasó hace poco con un vuelo alterno a las 2 y 30 de la madrugada”.
Refiere, además, que la aerolínea Sunwing, con la cantidad de operaciones que tiene diariamente, demanda un esfuerzo extra. No obstante, aceptó ambas funciones con mucho gusto y siente satisfacción de los resultados que muestran. «Aunque es fuerte el sacrificio, seguiré en función de un trabajo estable y elevando el nombre de la Aviación cubana y de la empresa Take-Off», dedicada a representar en Cuba a las aerolíneas y firmas comerciales extranjeras con vínculos con la aviación.
La capacidad de poder asumir responsabilidades variadas al mismo tiempo, la adquirió, como nos refirió, hace años. Su tránsito por el sistema de la aviación comenzó en 2010 cuando entró en la Empresa Cubana de Servicios Aeroportuarios (ECASA) como coordinador técnico de Operaciones Tierra. En esa función permaneció seis años y simultáneamente estuvo prestando servicios durante varios meses en el aeropuerto de Santa Clara:
«Hay algo que enriquece mucho el desempeño de un coordinador de operaciones y es poder trabajar en más de una estación, porque cada una trabaja de forma diferente. El personal se desempeña también de manera distinta. Cada cual tiene una experiencia que aportar, y en mi caso eso me ha aportado mucho».
Fue a finales de 2016 cuando se incorporó a Take-Off, al frente de su departamento comercial, y esta experiencia ha enriquecido su desempeño profesional. En el colectivo, prácticamente es el más joven. Eso lejos de ser una limitación le ha permitido aprender de sus compañeros y dirigirlos al mismo tiempo.
Con mucho placer se refiere a su familia, sin la cual no sería posible trabajar tan intensamente y con tanta responsabilidad sobre sus hombros. Sin su esposa e hijos considera trunco todo lo que se propone, y el trabajo no es la excepción:
“La familia siempre está detrás de los resultados del trabajo de las personas. Cuando el apoyo es incondicional nos permite centrarnos más en nuestros deberes y alcanzar los resultados que uno se plantea. Tanto mi esposa como mis hijos me apoyan cien por ciento. Cuando estoy trabajando desde la casa y me llaman por teléfono, lo mismo de noche que de madrugada, ellos siempre comprenden que esa parte del tiempo que les toca hay que sacrificarla a menudo. «No me reclaman, al contrario, siempre que pueden apoyarme lo hacen. Más que satisfecho estoy, tanto del apoyo de mis compañeros como de mi familia en mi desempeño profesional. Sin ellos no hubiera podido hacer todo lo que hago”.
Sin dejar de ser proactivo y mirar con objetividad el futuro, así como abrazar retos personales y profesionales, advierte que su principal motivación es ver el resultado positivo de cada día. No perseguir una meta quimérica ni gigante:
“Espero ver que cada día las operaciones que atendemos salgan con calidad. Que el trabajo de los supervisores sea reconocido, y las aerolíneas valoren el esfuerzo que hacemos por mantener un alto estándar de calidad en los servicios que ellos brindan a sus clientes y nosotros supervisamos”.
