La semana pasada, organizaciones sindicales y medios de comunicación informaron que fue interrumpido el servicio de guardia y las internaciones en ese centro, el único de su tipo en el Área Metropolitana de Buenos Aires, tras lo cual se conoció la intención del Ejecutivo de parar totalmente su funcionamiento.
Después de varios días de denuncias, protestas y la ocupación del edificio por su personal y familiares de los pacientes, el Ministerio de Salud acordó con ATE que el hospital no cerrará ni habrá despedidos.
El acuerdo es significativo, pero la salud pública sigue estando en riesgo. Para este Gobierno, es un negocio y no un derecho, afirmó el secretario general de ese sindicato, Rodolfo Aguiar.
“Desde el 10 de diciembre no se implementó una sola política sanitaria ni tampoco se lanzaron campañas de prevención. Nos quieren a todos enfermos para garantizar las ganancias multimillonarias de las corporaciones médicas privadas”, añadió.
Asimismo, instó a profundizar las medidas de fuerza en defensa del sector.
Hoy marchamos y empezamos a preparar un paro nacional de salud, aseveró.
Según ATE, el presidente Javier Milei implemento un ajuste de 40 por ciento en salud en lo que va de año y el presupuesto para 2025 incluye un recorte de 18,2 puntos más.