A ello convocó el Primer Ministro en la más reciente reunión con gobernadores, la cual pasó revista, entre otros temas, al cumplimiento del Programa de la Vivienda, el proceso de consulta para la entrega de tierras estatales ociosas en usufructo y la atención a barrios en situación de vulnerabilidad.
No es la primera vez en el año que, al comprobarse el cumplimiento de la Política de la Vivienda y el programa de producción local de materiales de la construcción, todas las provincias muestran retrocesos. Al cierre de agosto, se concluyeron 5 262 viviendas, apenas el 39 % del plan de 2024.
Las cifras, de acuerdo con el informe presentado en la más reciente reunión con gobernadores, encabezada por el miembro del Buró Político y primer ministro, Manuel Marrero Cruz, confirman la persistencia de un ritmo muy bajo de ejecución, y los niveles de fabricación de materiales son insuficientes en todos los renglones.
Ante este escenario, con mayor incidencia en La Habana, Camagüey, Las Tunas, Santiago de Cuba y Guantánamo, la jefa de la Oficina de Atención a las Administraciones Locales del Consejo de Ministros, Nancy Acosta Hernández, explicó el trabajo desplegado con la Dirección General de la Vivienda, en pos de corregir fisuras organizativas, independientemente de las marcadas limitaciones de recursos.
Acosta Hernández subrayó, entre las distorsiones detectadas, que se ha fragmentado la dirección del Programa de la Vivienda a nivel de territorio y existen serias debilidades en el completamiento de las plantillas, pues hay varias provincias y municipios sin directores de esta área. Además, señaló problemáticas asociadas con la infraestructura básica de los centros de producción local de materiales y fallas en la comunicación entre las diferentes estructuras.
Del encuentro, acontecido en la sede del Consejo de Ministros, del Palacio de la Revolución, y enlazado mediante videoconferencia con los territorios, trascendió la urgencia de revertir este panorama, que si bien no se traducirá en mayores niveles de cemento y acero, muy deficitarios hoy, sí contribuirá a optimizar los recursos disponibles.
Sobre el traspaso del proceso de consulta para la entrega de tierras estatales ociosas en usufructo, responsabilidad que ahora asumirán los Consejos de Administración Municipales, intervino el vice primer ministro, Jorge Luis Tapia Fonseca, quien insistió en la vinculación de estas transformaciones con la descentralización de facultades a los territorios, obligados a desarrollar trámites más expeditos y a encontrar alternativas para incrementar la producción de alimentos.
«No solo se descentralizan el combustible o la asignación de divisas, esta es una descentralización de decisiones, que las asume el Gobierno», añadió el miembro del Buró Político y vicepresidente de la República, Salvador Valdés Mesa, al tiempo que recalcó la importancia de la autonomía municipal y la responsabilidad que ello conlleva.
«Tenemos que darles la tierra a quienes de verdad van a producir. Hay que tener en cuenta la estrategia del municipio, sus necesidades y el balance de lo que demanda, a la hora de tomar estas decisiones. Tiene que implementarse lo dispuesto, tiene que haber rigor, pero no puede convertirse en un proceso dilatado, como todavía sucede en algunos municipios», puntualizó después el Primer Ministro.
La atención a los barrios y comunidades en situación de vulnerabilidad y las acciones para hacer frente a la construcción ilegal de puntos de venta en las autopistas, vías principales y hacia el interior de las ciudades y asentamientos humanos, fueron otras temáticas abordadas en la reunión por la vice primera ministra, Inés María Chapman Waugh.
En cuanto a las comunidades, se hizo hincapié en la verdadera transformación, la social y cultural, en el papel de vanguardia de los trabajadores sociales, en el uso de los presupuestos locales, a partir de las prioridades de los municipios y, sobre todo, en la participación del pueblo.
Hay que dirigir con intencionalidad, en palabras de la vice primera ministra, los programas de la vivienda, de recursos hidráulicos, de comunicaciones, entre otros, para dar solución a las problemáticas de estos barrios, las cuales, en muchos casos, también constituyen planteamientos de la población.
En torno a la proliferación de construcciones ilegales a orillas de las carreteras, el principio defendido fue claro, a partir de indicaciones emitidas en momentos anteriores por el General de Ejército Raúl Castro Ruz, líder de la Revolución Cubana: la tarea no es prohibir, sino ordenar, es exigir, disciplinar. El ordenamiento territorial y urbano es tarea de todos.
«No estamos en contra de los puntos de venta», enfatizó el Jefe de Gobierno, siempre y cuando se ajusten a la legalidad, no violen los planes de ordenamiento, tengan precios justos y productos lícitos.
Marrero Cruz también llamó la atención sobre las reuniones de rendición de cuenta, proceso que constituye esencia misma de la democracia cubana. Llamó a revisar los sistemas de trabajo, pidió atender de manera priorizada el completamiento de las plantillas, instó a intercambiar con la población, recorrer las comunidades, escuchar a la gente. Todos los cuadros, dijo, a todos los niveles, tienen que hablar con el pueblo.