Esta mañana en el Municipio Especial Isla de la Juventud, la escalinata del Presidio Modelo retumbó como hace 30 años, cuando se escuchó: Sí se puede en la voz de Raúl Castro Ruz.
Desde temprano los pineros rememoraron, en el acto por el aniversario 71 del Día de la Rebeldía Nacional y el 30 de la última visita de Fidel aquí, donde Raúl expresó, en el acto nacional por la efemérides celebrado en la Isla en 1994:
«(…) el más preclaro hijo de Cuba en este siglo, aquel que nos demostró que sí se podía intentar la conquista del Cuartel Moncada; que sí se podía convertir aquel revés en victoria.
«Nos demostró que sí se podía llegar a las costas de Cuba en el yate Granma; que sí se podía resistir al enemigo, al hambre, a la lluvia y el frío, y organizar un ejército revolucionario en la Sierra Maestra tras la debacle de Alegría de Pío; que sí se podían abrir nuevos frentes guerrilleros en la provincia de Oriente, con las columnas de Almeida y la nuestra; que sí se podía derrotar con 300 fusiles la gran ofensiva de más de 10 000 soldados.
«Que sí se podía repetir la epopeya de Maceo y Gómez, extendiendo con las columnas del Che y Camilo la lucha desde el oriente hasta el occidente de la isla; que sí se podía derrocar, con el respaldo de todo el pueblo, la tiranía batistiana apoyada por el imperialismo norteamericano.
“Aquel que nos enseñó que sí se podía derrotar en 72 horas” y aún menos, “la invasión mercenaria de Playa Girón y proseguir al mismo tiempo la campaña para erradicar el analfabetismo en un año, como se logró en 1961.
«Que sí se podía proclamar el carácter socialista de la Revolución a 90 millas del imperio, y cuando sus naves de guerra avanzaban hacia Cuba, tras las tropas de la brigada mercenaria; que sí se podía mantener con firmeza los principios irrenunciables de nuestra soberanía sin temer al chantaje nuclear de Estados Unidos en los días de la Crisis de los misiles en octubre de 1962.
“Que sí se podía enviar ayuda solidaria a otros pueblos hermanos en lucha contra la opresión colonial, la agresión externa y el racismo.
“Que sí se podía derrotar a los racistas sudafricanos, salvando la integridad territorial de Angola, forzando la independencia de Namibia y asestando un rudo golpe al régimen del apartheid.
“Que sí se podía convertir a Cuba en una potencia médica, reducir la mortalidad infantil a la tasa más baja del Tercer Mundo, primero, y del otro mundo rico después; porque en este continente por lo menos tenemos menos mortalidad infantil de menores de un año de edad que Canadá y los propios Estados Unidos, y, a su vez, elevar considerablemente la esperanza de vida de nuestra población.
“Que sí se podía transformar a Cuba en un gran polo científico, avanzar en los modernos y decisivos campos de la ingeniería genética y la biotecnología; insertarnos en el comercio internacional de fármacos; desarrollar el turismo, pese al bloqueo norteamericano; construir pedraplenes en el mar para hacer de Cuba un archipiélago cada vez más atractivo, obteniendo de nuestras bellezas naturales un ingreso creciente de divisas.
“Que sí se puede resistir, sobrevivir y desarrollarnos sin renunciar a los principios ni a las conquistas del socialismo en el mundo unipolar y de omnipotencia de las transnacionales que surgió después del derrumbe del campo socialista de Europa y de la desintegración de la Unión Soviética.
“La permanente enseñanza de Fidel es que sí se puede, que el hombre es capaz de sobreponerse a las más duras condiciones si no desfallece su voluntad de vencer, hace una evaluación correcta de cada situación y no renuncia a sus justos y nobles principios.” fin del discurso de Raúl Castro Ruz aquel 26 de 1994.
Esas palabras, fueron fuentes de inspiración nuevamente para seguir manteniendo la fe en la victoria para revertir la actual situación económica y reimpulsarla con más deseos, como mismo lo hizo Fidel al reunir siete fusiles y un puñado de combatientes y exclamar “¡Ahora sí ganamos la guerra!». Ese es el Fidel invicto que este día nos convoca con su ejemplo y con la demostración de que ¡Sí se pudo, sí se puede y sí se podrá!
La jornada, sirvió para estimular a organismos e instituciones que han doblegado horas para cumplir sus respectivos encargos sociales e impulsar obras sociales.
Rememorar la acción del Moncada
Este miércoles se rememoró en la Isla de la Juventud, cómo aunque la acción principal del plan a realizar el 26 de julio de 1953 estaba directamente relacionada con la ocupación del cuartel Moncada, en Santiago de Cuba, para tomar las armas existentes y hacerle de inmediato un llamado al pueblo a través de la radio para desencadenar una insurrección popular armada, asi también en el plan elaborado se previó tomar igualmente el cuartel existente en la ciudad de Bayamo, en la provincia de Oriente.
Además de que el ataque a esa instalación y el dominio de los puentes sobre el río Cauto, el mayor del país, tenían el propósito de impedir que las fuerzas de la dictadura se pudieran desplazar hacia Santiago de Cuba con el objetivo de recuperar el control de dicha ciudad.
Por supuesto previo al día que se tenía pensado llevar a cabo la acción hubo que conseguir información acerca de las características del cuartel y la cantidad de soldados que allí radicaban e igualmente localizar y alquilar los lugares donde los jóvenes combatientes revolucionarios se concentrarían a partir de su llegada a la ciudad de Bayamo.
Fidel Castro en unión de un muy reducido grupo de compañeros delineó el plan del asalto a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes.
Fidel encargó a Raúl Gómez García para que elaborase un Manifiesto que sería una especie de llamamiento en el que se explicara el objetivo de la acción y a la vez se exhortara al pueblo a llevar adelante una insurrección popular armada.
Esa proclama iba a ser difundida por la radio en Santiago de Cuba tras la ocupación de la fortaleza militar.
La escalinata del Presidio Modelo este miércoles volvió a temblar como cuando uno escucha el poema Ya estamos en combate en cuya parte final precisó:
Por nuestro honor de hombres ya estamos en combate.
Pongamos en ridículo la actitud egoísta del tirano.
Luchemos hoy o nunca por una Cuba sin esclavos.
Sintamos en lo hondo la sed enfurecida de la Patria.
Pongamos en la cima del Turquino la Estrella Solitaria.
Los presentes en el acto imaginaron todos los sucesos de aquel 26 de julio de 1953, suceso, que aunque no culminó con la victoria, sí fue con el decursar del tiempo fuente de inspiración para continuar la lucha revolucionaria, incluso para encarar otros momentos difíciles y convertir los reveses transitorios en victoria.
Precisamente acerca de ello, veinte años después, tras el triunfo de la Revolución, al hablar en la ciudad de Santiago de Cuba con motivo del vigésimo aniversario de ese gran hecho de la historia de Cuba, Fidel destacó:
“El Moncada nos enseñó a convertir los reveses en victorias. No fue la única amarga prueba de la adversidad, pero ya nada pudo contener la lucha victoriosa de nuestro pueblo. Trincheras de ideas fueron más poderosas que trincheras de piedras. Nos mostró el valor de una doctrina, la fuerza de las ideas, y nos dejó la lección permanente de la perseverancia y el tesón en los propósitos justos. Nuestros muertos heroicos no cayeron en vano. Ellos señalaron el deber de seguir adelante, ellos encendieron en las almas el aliento inextinguible, ellos nos acompañaron en las cárceles y en el destierro, ellos combatieron junto a nosotros a lo largo de la guerra. Los vemos renacer en las nuevas generaciones que crecen al calor fraternal y humano de la Revolución…”
Igual sentir expresaron hoy los pineros ante tantos retos por vencer para seguir haciendo de esta ínsula un laboratorio de transformación.