Tras el descenso del avión que lo trajo de vuelta a Cuba, nuestro Gran Maestro Leinier Domínguez accedió a conversar con un grupo reducido de periodistas que lo esperábamos en una de las salas del aeropuerto José Martí. Anécdotas de la reciente competencia, sueños futuros y una gran sencillez sobre el hecho más extraordinario del ajedrez cubano y latinoamericano en este siglo XXI, motivaron el diálogo.
“Ha sido, sin duda, la mejor actuación de mi carrera deportiva. Estoy un poco aturdido todavía porque todo ha pasado tan rápido que no he tenido tiempo de pensar bien cómo sucedió. Estoy muy contento no solo con eso, sino por la manera que se siguió el torneo en Cuba, por la afición ajedrecística, por mi familia, por todo el pueblo. Eso me hace sentir muy feliz y me compromete a continuar luchando y preparando para poner el nombre de nuestro país en lo más alto del ajedrez mundial.
La mejor partida, la más difícil
“Todas fueron difíciles y muy duras porque en un Grand Prix no hay partidas fáciles, todas exigen mucho. En el torneo declaré que con Etienne Bacrot había sido muy difícil porque ya estaba en un momento bueno y no podía perder esa partida con piezas negras. Estuve inferior, tuve que defenderme bien y la partida se alargó bastante hasta que pude dividir el punto”.
¿Listo para discutir un título mundial?
(Ríe) “Tengo que mejorar muchísimo mi ajedrez, pero lo importante es que tengo el deseo, la motivación y las ideas acerca de cómo seguir preparándome y mejorando mi juego. Lo voy a hacer. Torneos como este dan mucha visión y experiencia sobre el trabajo y el enfoque que debo tener en el futuro”.
El disfrute de la victoria contra Fabiano Caruana
“Total, porque ese jugador es bien complicado, me había vencido en lo personal y hasta me eliminó en un campeonato mundial. No es un secreto que está entre los cinco mejores ajedrecistas del mundo y es un jugador muy estable y difícil de vencer. Ganarle con negras, por demás, era bien complejo, por eso me puse muy contento con esa victoria. Fue cuando me di cuenta que podía, que tenia opciones reales de ganar el torneo”.
Ningún jugador ha ganado seis partidas en un Grand Prix. Récord inédito. Y todo pasó después de la partida contra Ivanchuk.
“Fue un momento psicológico importante. Si perdía las cosas hubieran sido bien distintas y no puedo hablar de una estrategia específica después de esa partida porque me sentía tan bien preparado para este torneo como para los anteriores. Eso sí, tenía la experiencia de los otros dos Grand Prix y había trabajado más, estaba en mejor forma. Después de esa partida sentí un poco menos de presión, jugué más suelto y quizás eso influyó en que fuera buscando esa forma con la que terminé”.
Pero hay una anécdota no contada en ese duelo con Ivanchuk
“Fue una situación incómoda, porque él tiene una ventaja grande en un momento, pero el tiempo se fue acabando porque ese torneo se jugó sin incrementos de tiempo. Es decir, dos horas para 40 jugadas sin los 30 segundos de incremento. Eso significa que los apuros de tiempo son reales. Puedes perder por tiempo.
Él se apuró mucho y yo también. En un momento, la posición era mejor para él y ganaba, pero yo tenía algunos recursos y pude seguir luchando. Luego él se apuró por la falta de tiempo y cometió varios errores. Al final, su posición pasó de ser ganada a ser perdida.
Pero había un precedente entre nosotros, en el torneo Linares del 2009, donde él se portó con caballerosidad cuando ocurrió un incidente similar y me ofreció tablas porque no se sentía que había jugado limpio. Eso fue una gran actitud que valoré mucho y ahora quería devolverle ese gesto. Además, no me sentía bien ganando de esa manera e intenté hacer tablas en la posición final, por eso repetí jugadas en vez de ganar ya por la posición que tenía. Sin embargo, él pierde por tiempo haciendo la jugada 40. Si la hubiera hecho un segundo antes pudiera haber sido tablas. Fue un incidente incómodo y no me gustó ganar así, pero pasó y a partir de ahí todo cambió. Empecé a jugar partidas buenas y las cosas salieron de maravillas”.
¿Cómo fue esa última jornada cuándo supiste que habías ganado?
“En esa ronda salí un poco inferior en la apertura, no jugué bien y Veselin Topalov ganó una posición superior, pero me fui defendiendo y en el momento que pierde Gata Kamsky ya tengo una pequeña ventaja para luchar por la victoria. En realidad, quería jugar bien el torneo después de dos eventos en que no estuve bien, pero nunca pensé que podía ganar como lo hice.
Planes para el resto del 2013
“Ahora quiero descansar un poco porque el torneo fue exigente y me robó mucha energía. También quiero celebrar con mi gente porque fue mi mejor torneo hasta la fecha. Después empezaré a pensar en metas, en seguir trabajando para mejorar mi ajedrez, no solo para el último Grand Prix de septiembre, sino para todos los demás torneos que vienen”.
Hay quien dice que Leinier jugó Capablanca
“Eso es una comparación muy grande. Agradezco todo el apoyo del pueblo, sé que la gente siguió y sufrió con mis partidas. Mi victoria la comparto con todo el pueblo. Fui felicitado por todos los jugadores del torneo en el acto de premiación y sentí mucha emoción cuando se cantó el himno nacional en esa ceremonia.
“Este Grand Prix es un paso adelante en mis sueños y aspiraciones. Lo más importante no es ser el 11 del mundo, sino estabilizarse a ese nivel, que es bastante alto y requiere trabajo”.
Acerca del autor
Máster en Ciencias de la Comunicación. Director del Periódico Trabajadores desde el 1 de julio del 2024. Editor-jefe de la Redacción Deportiva desde 2007. Ha participado en coberturas periodísticas de Juegos Centroamericanos y del Caribe, Juegos Panamericanos, Juegos Olímpicos, Copa Intercontinental de Béisbol, Clásico Mundial de Béisbol, Campeonatos Mundiales de Judo, entre otras. Profesor del Instituto Internacional de Periodismo José Martí, en La Habana, Cuba.