Cuba mantiene una vigilancia sistemática a los síndromes febriles, por eso se detectó la presencia por primera vez el virus Oropouche en el país en la última semana del mes de mayo, afirmó en conferencia de prensa Francisco Durán García, director nacional de Epidemiología del Ministerio de Salud Pública.
Ante la confirmación de casos sospechosos en nueve provincias y 23 municipios del país, el especialista exhortó a la población a acudir al médico de inmediato si presenta síntomas como fiebres altas, dolores de cabeza y articulaciones, malestar general, y en ocasiones vómitos y diarreas, para determinar si ésta arbovirosis provocada por mosquitos del genero Culex y Culicoides (jejenes) o el dengue, que también tiene una considerable tasa de incidencia en el territorio nacional.
En dependencia del cuadro clínico, las comorbilidades, riesgos, se decidirá por los doctores si hacer un ingreso domiciliario o en una institución de salud y en los casos que se dictamine sospecha de dengue resulta necesario asistir el sexto día al policlínico para hacerse una prueba de sangre para confirmar este padecimiento, apuntó.
Manifestó que el virus Oropouche no deja secuelas, los síntomas duran un promedio de 72 horas, aunque puede dejar un malestar general hasta el sexto día, pero leve, sin complicaciones, ni estados críticos, ni fallecimientos, precedido por un periodo de incubación de cinco a siete días.
Informó también la circulación este año de infecciones respiratorias agudas como la Influenza A y coronavirus no pandémicos, y para su prevención se comenzará la aplicación de la vacuna anti gripal el próximo mes, primero a niños y después a adultos.
Durán García reiteró que el escenario epidemiológico se complejiza con las inadecuadas condiciones del medio ambiente como la acumulación de basuras, fosas desbordadas, intensas lluvias, de ahí la importancia de realizar saneamientos y evitar acumulaciones de agua que se pueden convertir en criaderos de mosquitos.
Refirió la realización de recorridos en todo el país para evaluar la situación epidemiológica de cada localidad, chequear medidas organizativas, intercambios de preparación y acciones de control vectorial.